Novicia y Libertino (3)

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Sade, es-tu diabolique ou divin?

Sade, dit-moi

.

Levi  dit-moi



Un suspiro escapó de los labios de Levi mientras se dejaba caer sobre la mullida cama. Una sonrisa sensual se dibujaba en su rostro, todavía impregnado por el recuerdo de los labios de Hange, tan dulces y cálidos. No podía negarlo, había encontrado a la mujer que estaba dispuesto a amar.

Levi nunca había experimentado el amor antes. En su pasado, las relaciones habían sido un campo de dolor y traición. Su primera novia Nifa se quitó la vida por él porque se negó a casarse con ella, después de unos años conoció a Petra quien era su prometida, lo engañó con su propio tío un día antes de la boda. Aquellas experiencias lo habían marcado, endureciéndolo. 

Además su tío lo quería meter en un manicomio. Nunca se perdono la muerte de Nifa, por se impuso su propio castigo, debía entregarse en cuerpo a cualquier mujer, porque no era capaz de amar.

Pero Hange era diferente. Era una mujer única, pero el problema era su entrega a dios, pero no importaba. Sabía que estarían juntos, él estaba dispuesto a todo por estar con ella.


Un golpe seco resonó en la mansión de placer Ackerman . Moblit Berner, el sacerdote, irrumpió en la sala principal, vestido con su túnica negra y con el rostro serio. Las miradas de todos los presentes se posaron sobre él, expectantes.

Moblit se dirigió directamente hacia Levi, quien se encontraba sentado en un sillón, con una copa de vino en la mano y una sonrisa enigmática en los labios.

- Levi - dijo Moblit con voz firme - necesito hablar contigo a solas.-

Levi lo miró con una mirada penetrante, sin inmutarse por la interrupción. - ¿De qué se trata padre? Yo no me confieso, pierde su tiempo

- Es un asunto privado,  asunto que involucra a Hange Zoë

Las palabras de Moblit provocaron un escalofrío en Levi. Se levantó del sillón y, con un gesto de impaciencia, despidió a los demás presentes.

- Pueden retirarse

En cuanto la sala estuvo vacía, Moblit se dirigió directamente al grano.

- He venido a pedirte que te alejes de Hange,

Levi frunció el ceño. - ¿Por qué?

- Porque ella es una mujer de Dios y no está bien que te relaciones con ella de esa manera.

Levi se burló. - ¿De qué manera?

- No me engañes, Libertino, demonio disfrazado de hombre, sé lo que ha pasado entre ustedes.

Levi se quedó en silencio, sin saber qué decir. Moblit tenía razón, él y Hange habían compartido un beso, un pequeño y tierno beso.

 - Ella no es para ti, ella tiene un futuro por delante, un futuro que no incluye a un hombre como tú.

Levi apretó los puños con furia. ¿Quién era Moblit para decirle con quién podía o no estar?

- No te metas en mi vida, Hange es libre de elegir con quién quiere estar.

LEVIHAN HISTORIAS CORTASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora