Biblioteca mitológica

Reseña: La Ilíada

Reseña escrita por: ClaudiaWinchester

¿El término "manzana de la discordia" te suena de algo?

Imagínate que eres Paris, un príncipe troyano, le regalaste una manzana dorada a la diosa Afrodita después de ella prometerte el amor de la mujer más hermosa del mundo, y en efecto lo obtuviste, pero...

Hubo muchísimas consecuencias por no amarrarte los calzones y ahora estás jodido porque te echaste de enemigos a los griegos y ellos no resuelven las cosas dialogando.

Llevas diez años peleando una guerra que básicamente empezaste porque le hiciste caso a lo que tenías entre tus piernas y hay tantos muertos de cada bando, que te empiezas a replantear si haber raptado a Helena, la esposa de Menelao, fue una buena idea. No solo porque robarte a la esposa de alguien más está muy mal, sino porque Aquiles, uno de sus amigos, llegó con un humor de los mil demonios: le pasaron tantas cosas malas al mismo tiempo y está tan enojado, que va a acabar con todo lo que se le atraviese si le dan la motivación suficiente.

Al final esto es un chisme de "yo me robé a una vieja, tú te robaste otra, yo armo berrinche porque me robaron a mi vieja y si no me la devuelven les va a pesar".

Esta historia ha inspirado muchas películas, videojuegos, arte, series y otros libros bastante entretenidos, y dudo mucho que, sin la existencia de La Ilíada, el público en general haya podido disfrutar todo ese contenido. En la extensión de esta obra de Homero hay batallas heroicas a detalle, estrategias militares minuciosas, intervenciones de dioses que causan muchas repercusiones en los mortales, y es una gran apología a lo que implica tener que llevar la carga de la guerra en cuanto a lo físico, lo emocional y lo moral.

Aunque estos personajes pueden parecer muy duros y fuertotes, ellos también tienen sus motivaciones y sus emociones son tan mundanas como puede ser posible. Alguien como Aquiles va a atragantarse con la idea de obtener gloria eterna a costa de morir joven si hace falta, y al mismo tiempo lograr la lucidez cuando el rey Príamo, en su amor de padre que necesita vivir el luto de uno de sus hijos, básicamente le pide que sea empático y él accede a sus súplicas.

La ira de Aquiles, el honor de Menelao y Helena, la lealtad de Agamenón y la tragedia de toda la familia real troyana están descritas en estos cantos que merecen una lectura, no necesariamente rápida, pero sí imprescindible en caso de que desees entender el contexto de muchos mitos griegos que surgen y convergen en La Ilíada, libro que a este momento puede adquirirse en ediciones que son más fáciles de leer que su versión antigua, en caso de que no quieras embotar tu cabeza con palabras casi impronunciables y te sea útil aprender uno que otro insulto ingenioso.

Y por si te lo preguntabas, a pesar de que el libro nunca lo explica, Aquiles y Patroclo sí eran amantes y a los que no les guste ese detallito implícito en una historia escrita hace varios siglos les va a tocar soportar.