-Capitulo 1: Un trato-

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Kion se encontraba en las tierras de los desterrados hablando con Zira a solas, esta le había explicado la situación tan precaria en la que se encontraba su familia, habiendo logrado que al león se le ablandara el corazón.

-Si lo que dices es cierto, tú y los tuyos necesitan ayuda, sin embargo, debes de permitirle a Jasiri y las hienas poder tomar agua del abrevadero- dijo Kion mostrándose decidido.

-Las cosas son muy diferentes en las lejanías Kion, no puedo simplemente hacer eso, debo de pensar primeramente en el bienestar de los míos y ese abrevadero es fundamental para garantizar nuestra supervivencia, además...no me agradan las hienas- intentaba explicarse Zira.

Kion sabía que en las lejanías el agua era fundamental, pues era un lugar muy árido, pero también sabía que Zira podía compartir el agua si ella quisiese, pues había suficiente para todos –Zira, Jasiri es mi amiga, no voy a permitir que le pase algo malo a ella y su familia por no tener agua-

-En ese caso Kion, tal vez podamos negociar- dijo la leona mirándolo con una sonrisa y una mirada picara –Yo prometo que las hienas podrán tomar agua en el abrevadero libremente, pero a cambio tu tendrás que venir todos los días a pasar tiempo conmigo-

Kion no entendía él porque Zira deseaba eso, pero tampoco vio un gran problema en ello –¿Por qué deseas que yo venga todos los días a verte? -

-Bueno Kion, aquí en las lejanías no hay muchos leones machos. Me gustaría que hubiera alguien para hablar...o talvez algo mas-

- ¿Algo más? ¿algo como qué? - pregunto el león sin entender de lo que Zira hablaba.

-Supongo que tu padre te ha hablado sobre el ciclo de la vida- Kion asintió – ¿Y te ha contado sobre cómo se hacen los cachorros? -

-Él me ha contado al respecto, además... Los he podido ver un par de veces cuando creían que estaba dormido- admitió con algo de vergüenza.

-Ya veo, en ese caso Kion ¿Te has preguntado cómo se siente? – dijo Zira con una sonrisa y manteniendo esa mirada picara, Kion abrió los ojos de par en par entendiendo de lo que Zira hablaba.

-B...Bueno...- dijo Kion titubeando, mientras daba un par de pasos hacia atrás sintiéndose inseguro.

-Oh no te preocupes Kion, es normal estar nervioso la primera vez...entonces aceptas mi oferta- pregunto Zira expectante mientras se acercaba a él.

Kion sentía que tal vez debería irse de ahí, pero le prometió a Jasiri que la ayudaría, Zira noto el deseo del león de irse, así que rápidamente la leona cambio su mirada por una de tristeza, logrando con ello que Kion sintiera lastima por ella. En ese momento el joven león la veía como una leona en problemas, necesitada de alguien que le tendiera la mano para ayudarla.

Lo que Kion no podía saber y ni siquiera sospechar, es que todo esto no era más que una trampa de Zira para volver al reino y además quitarle el trono a Simba.

Kion no estaba seguro de que debía hacer, si aceptaba, Jasiri y su familia podrían beber del abrevadero, pero entonces, él tendría que aceptar el deseo de Zira, al final su curiosidad fue mayor y sabiendo que con ello el problema se solucionaría decidió aceptar –Esta bien Zira, acepto tu oferta-

Zira esbozo una sonrisa totalmente complacida con la respuesta de Kion -Muy bien, en ese caso Kion permíteme enseñarte sobre el apareamiento. No te preocupes, estoy segura de que lo disfrutaras- y diciendo esto se acercó a sus labios dándole un beso profundo y largo, metiendo la lengua en su boca, el joven león al principio no sabía qué hacer, pero poco a poco se dejó llevar, comenzó a corresponder el beso y su lengua comenzó a juguetear con la de ella, cuando finalmente Zira se separó, Kion quedo jadeando y con su cara enrojecida por el acto, pues nunca había sentido nada igual.

Zira: Redención y venganzaWhere stories live. Discover now