━━ CAP. 04 ⁀⋱‿ ♡

81 15 15
                                    


⋆[ ❝ Doce meses por contrato.❞] ⋆

︵‿︵‿୨♡୧‿︵‿︵


Neva

En medio de la crisis que azotaba los viñedos, Emil, el caporal, se acercó a mí con una expresión preocupada.

一 A todos les expliqué la situación, señorita, pero insisten que sus familias deben comer, no sé qué hacer más al respecto. 一me dijo con un tono de desesperación.

Miré a Emil y asentí, comprendiendo la gravedad de la situación.

一 Es razonable, trabajaron arduamente esos meses. 一respondí, sintiendo el peso de la responsabilidad sobre mis hombros. Sabía que debíamos encontrar una solución, y rápido. 一 ¿Qué más queda por vender? 一pregunté, esperando que hubiera algo que pudiéramos hacer para aliviar la situación.

一 Solo queda su camioneta y el transportador de uvas. 一me respondió Emil. La noticia me golpeó como un balde de agua fría.

Para poder pagar a mi personal, tuve que tomar decisiones difíciles y vender algunas de nuestras valiosas maquinarias y equipos. Primero, vendí nuestra prensa de uvas, una máquina robusta que había estado con nosotros desde el principio, transformando nuestras uvas cosechadas en mosto.

Luego, tuve que deshacerme de nuestro tractor de viñedos, un vehículo indispensable que nos ayudaba a mantener los viñedos en buen estado. Era el encargado de arar la tierra y mantener las filas de viñas ordenadas.

Finalmente, vendí nuestra máquina cosechadora de uvas. Esta máquina, que una vez estuvo llena de vida durante la temporada de cosecha, recolectando uvas con eficiencia y rapidez, ahora estaba en manos de otro dueño.

A pesar de estas ventas, aún no era suficiente para cubrir los salarios atrasados de los trabajadores. Y ahora, sin personal y sin las herramientas esenciales para mantener los viñedos, me encuentro en una situación preocupante. Lo único que me queda por vender es mi camioneta y el transportador de uvas. Es una decisión difícil, pero sé que es necesaria para poder seguir adelante.

一 Está bien, no te preocupes, haré algunas llamadas para vender la camioneta, así al final del día tendré alguna noticia. 一mencioné, sintiendo como si me estuvieran ahogando con la realidad de la situación.

一 Estaré aquí cerca por si me necesita, señorita. 一respondió. Asentí, y Emil se dio la vuelta para regresar a su trabajo.

Él ya no trabajaba para mí ni para mi familia. La falta de trabajo en los viñedos había llevado a muchos a buscar empleo en otro lugar. Muchos se habían ido a un campo ubicado a unas cuantas millas de distancia de nosotros, donde la cosecha de naranjas y otras frutas era abundante.

Pero Emil, a pesar de todo, permanecía leal. Durante años, había trabajado en nuestros viñedos. Aunque ya no había trabajo para él aquí, él seguía viniendo, inspeccionando las tierras, el lago y los galpones para asegurarse de que no faltara nada.

Después de tomarme un momento para reflexionar, cerré los ojos y respiré profundamente. Con el peso del día sobre mis hombros, regresé a casa exhausta.

Al entrar en la casa, el calor reconfortante me abrazó, disipando el frío que se aferraba a mi piel. Escuche a la chimenea, el crepitar de las llamas que hacía en las leñas quemándose. En ese momento, mi mente se llenó de preguntas sobre a quién recurrir en esta situación complicada. 

Falso Armisticio  © | Editado ✔ |Where stories live. Discover now