Capítulo 3

42 10 1
                                    

SeongHwa ingresó con WooYoung tomado del brazo a la fuerza a la habitación. Lo arrojó a la cama, y salió nuevamente para ir al recibidor para tomar las bolsas llenas de ropa, de todos los encargos que le pidió a Mark que hiciese en el transcurso del día. Buscó la caja donde viniera su cadena de plata. Al verla, la sacó y la arrojó al sofá, volviendo a la habitación, y así como hizo con WooYoung, también arrojó las bolsas, guardando su arma detrás de su espalda.

—Ahí tienes ropa limpia y nueva. Úsala. No quiero que parezca que tengo un indigente en mi departamento —lo miró con indiferencia, saliendo del cuarto.

El rubio de WooYoung miró las bolsas a su alrededor y encima suyo. Introdujo sólo la punta de sus dedos en cada una de ellas para ver lo que había dentro: camisas, zapatos, pantalones. Tomó una de las bolsas y de pronto comenzó a arrojarlas todas al piso, gritando y llorando. No podía ser posible que WooYoung estuviera pasando por eso. ¿Cómo es siquiera posible que alguien tratara así a una persona? Como si no valiera nada... Como si fuera un simple objeto. 

SeongHwa se encerró en su gran habitación, quitándose el saco y poco a poco deshaciéndose de su ropa; su camisa, la corbata... Arrojó la camisa al cesto vacío que yacía a los pies del armario, mientras su saco lo dejaba encima de su cama, posando sus manos en su cintura. Su mirada era vaga, vacía, pero su mente sólo pensaba en el cuerpo mojado del rubio. De ese "niño"
Cerró los ojos y volvió a sentir sus labios sobre la húmeda piel, y el temblor de ese cuerpo entre sus brazos. ¿Cómo se sentiría tener a ese chico debajo suyo, temblando por los espasmos después de correrse a causa suya? ¿En realidad se vería así de bien con su cuerpo bañado en sudor por el calor del momento?

Abrió los ojos. Su mandíbula se tensó y apretó esta un poco más, suspirando y sacando su arma para dejarla encima de su cama, justo a un lado de su saco. El cuarto de baño fue la segunda parada en su habitación. Encendió el jacuzzi que tenía, y en lo que éste se terminaba de preparar, se despojó de su pantalón y ropa interior. Tomó su pantalón y buscó su teléfono, pero no lo encontró. Fue por su saco y lo bolseó todo. Su rostro no podía mostrar más confusión. ¿Dónde lo había dejado?

Terminó de vestirse con algo de la ropa que SeongHwa le había dejado

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Terminó de vestirse con algo de la ropa que SeongHwa le había dejado. Justo estaba terminando de recoger las bolsas y las cajas de zapatos del suelo cuando vio algo debajo de la cama. Frunció el ceño un poco e introdujo su mano para tomar lo que había ahí. Sus ojos se agrandaron al momento de tocarlo.

Era un teléfono.
Lo sacó rápidamente y presionó el botón de encendido para ver la pantalla. Deslizó esta y, claro... Hoy en día la gente no es tan estúpida, y tampoco sucede como en esas películas baratas donde prenden el teléfono y no tiene contraseña. Esta es la realidad. Tenía clave. 

—Carajo... —WooYoung maldijo entre dientes, pensando en qué hacer. De pronto, una idea asaltó su cabeza—. Imbécil, las llamadas de emergencia.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Mar 25 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

La Subasta [SeongWoo]Where stories live. Discover now