TAEMIN

Había pocos lugares más divertidos que un mar de quince padres bien vestidos sentados en unas sillas de plástico demasiado pequeñas, sus caras expectantes y sus ojos apuntando hacia TaeMin. Mujeres en llamativos trajes chaqueta y hombres vestidos con trajes de negocios, en parejas, o algunos solos. Sus hijos de tres y cuatro años, sentados en el suelo con las piernas cruzadas. Algunos de ellos mirando tan seriamente como sus padres. Otros, observó TaeMin se habían tumbado sobre las coloridas colchonetas que cubrían el frío suelo de la sala del parvulario.

TaeMin se apoyó en su mesa delante de todos ellos, esperando a que llegaran los últimos rezagados. Mientras esperaba, trató de no pensar en que era el peor vestido de la sala. Un rápido vistazo por la clase le indicó que hasta los niños estaban llevando ropa más cara que la suya.

Iba a ser un año divertido.

El sonido de la campana anunció el principio de la sesión. TaeMin miró hacia la puerta abierta, contando hasta cinco en su cabeza, luego se separó de la mesa para enderezarse delante de los padres que habían acudido a su primera noche de 'reunión con el profesor'.

Tener su propia clase era todavía un sueño.

—Buenas noches a todos y bienvenidos a la noche de 'conoce al profesor' de . —¿Se habrían dado cuenta alguien de que su ropa era de una tienda de saldos? TaeMin imitó el gesto serio de aquellos a los que se enfrentaba, esperando que pudiera fingirlo. —Soy Lee TaeMin, pero probablemente oirán mencionarme durante el año escolar como el señor L.

Nadie dijo nada. Algunos de los niños que habían rodado sobre las colchonetas se levantaron para mirarlo con ojos bien abiertos.

Público difícil.

—Esta noche repasaremos lo que pueden esperar de mis clases este año escolar, y cuáles son mis expectativas para nuestros jóvenes estudiantes.

Al otro lado de la sala, una familia atrapó su atención. Una madre con la cara esbelta y gestos refinados, pero severos, sentada en una demasiado pequeña silla de plástico púrpura mientras su hija estaba sentada en su regazo. El vestido blanco con encajes de la hija contrastaba con el gris sobrio del traje chaqueta de la madre. Ambas tenían cabellera castaña y lacia que caían en cascada sobre sus hombros.

La niña era más que adorable, especialmente por la manera que su cara era tan seria, pero tan redondeada por la juventud, pero era la misma cara que le decía a TaeMin que iba a pasar por un infierno este año. Este podría ser su primer año como profesor titular, pero no era un novato en la enseñanza. Para graduarse tuvo que completar doce semanas como profesor en prácticas, bajo supervisión, y obtuvo más que su parte correspondiente de problemas de comportamiento en el aula.

TaeMin hizo una nota mental de mantener un ojo en la niñita con el vestido blanco, luego siguió con su discurso.

—Tengo planes de estudio que distribuiré, así pueden seguir desde casa lo que sus hijos deberían aprender y cuándo. Esto será particularmente útil si están interesados en reforzar las lecciones después de clase. —TaeMin seleccionó la pila de programas de su escritorio y comenzó a distribuirlos uno por uno entre los padres asistentes. Haciendo una conexión cara a cara, incluso si era algo tan simple como repartir papeles individualmente, hacía la diferencia. Sabía que como profesor en primer año contratado para su primer trabajo real en la enseñanza estaba en desventaja. Las recelosas, a veces desaprobatorias miradas que recibía de los padres no dejaban nada a la imaginación.

Si iba a hacer este trabajo, necesitaba probarse a sí mismo. Iba ser una ardua batalla, pero estaba listo para ella. La Korea International School era más o menos el escenario de trabajo soñado, y TaeMin no iba a dejar que se le escurriera de entre los dedos.

SEÑOR LWhere stories live. Discover now