9. Humanos extraños de la tribu

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El sol era tan fuerte que la piel de Ji Yang se ponía roja cuando estaba al sol. Dongfang Qiu tejió un anillo de hierba con las enredaderas de sus propias enredaderas de cola, se lo puso en la cabeza a Ji Yang con una sonrisa y lo sacó de la casa con una enorme hoja en forma de seta recogida junto al río.

El suelo estaba demasiado caliente por el sol. Los pies de Ji Yangguang no podían permanecer en el suelo, por lo que solo podía caminar ligeramente de puntillas. Después de caminar una corta distancia, Ji Yang no pudo aguantar más.

Las plantas de mis pies se están asando.

Ji Yang no estaba seguro de si sus pies olían a carne, bueno, debería olerlo cuando regresaran a casa.

Pero Jiyang no dijo ni una palabra, acelerando el paso para seguir a Dongfang Qiu, tratando de minimizar el tiempo en que las plantas de sus pies tocaran el suelo.

Dongfang Qiu miró a Ji Yang, sus ojos verde lago mostraron lástima, y dijo: "¿Por qué no te envío de regreso?"

"No." Ji Yang sacudió la cabeza con firmeza, "Me quedaré contigo, quiero familiarizarme con este mundo lo antes posible".

Ji Yang miró seriamente a Dongfang Qiu, vio que sus pupilas verde lago se contraían lentamente, los ojos eran mucho más intensos, mirándolo a la cara no sabía lo que pensaba.

Ji Yang pensó que Dongfang Qiu podría no haber entendido del todo su lenguaje, así que dijo seriamente: "No voy a regresar".

La expresión de Dongfang Qiu no cambió mientras asentía y decía: "Eso está bien". Tras una pausa, Dongfang Qiu entregó las hojas a Ji Yang: "Sujetalas"

Ji Yang obedientemente tomó las hojas, pero inesperadamente Dongfang Qiu de repente se inclino y lo abrazó alrededor de la cintura. Los latidos del corazón de Ji Yang se aceleraron bruscamente, con el cuerpo rígido, dejó que Dongfang Qiu lo levante.

Ji Yang se sentó en el fuerte y robusto brazo de Dongfang Qiu y lo miró con inquietud, al ver que seguía con la misma expresión y no se impacientaba, relajó su cuerpo y se apoyó en el cuerpo de Dongfang Qiu para descansar.

Aunque hacía mucho calor y los dos estaban cerca el uno del otro, Ji Yang no sentía calor, y era incluso más fresco cuando estaba más cerca de Dongfang Qiu, como si se estuviera refrescando bajo un gran árbol. Bueno en realidad era en una planta.

Miles de metros alrededor del patio estaban desiertos, escasamente crecen plantas largas y delgadas, Ji Yang vio una sombra delante de él desde lejos. No sé si es una colina o una casa, debe ser el mercado donde Dongfang Qiu sale a comprar cosas cada vez.

¿La gente que vive allí también son personas plantas? ¿Una calle llena de plantas que se mueven?

Ji Yang imaginó una calle llena de plantas retorciéndose, bulliciosas, y algunas personas mitad humanas, mitad plantas, sosteniendo a sus mascotas favoritas y paseando tranquilamente.

Tal vez, había uno o dos humanos de verdad, después de todo, también tienen algunos conejos.

Con esto en mente, Ji Yang miró la pequeña sombra con ansiedad y expectación a la vez, viéndola crecer lentamente, revelando poco a poco su aspecto exacto.

De hecho, era un grupo de edificios, no tan desolados como los cercanos a la casa de Dongfang Qiu, con una vegetación exuberante y verde, y los edificios eran relativamente sencillos, pero también parecían estar hechos de montones de piedras.

Dongfang Qiu no pudo evitar sentirse un poco preocupado cuando vio a Ji Yang mirar directamente a la tribu. ¿Lo sacó demasiado pronto? ¿Se sentirá atraído por el entusiasmo de los hombres bestia y lo abandonará?

┈ Mi Esposo es una plantaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora