Deleite..

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De nuevo aquí estamos para platicar les lo que sucedió en la oficina con mi jefe, ya que les ha ya contado el como teníamos encuentros especiales.

Ya les había contado lo que sucedió en la oficina y finalmente llegó la hora de la salida, era viernes alrededor de las 5:30 pm, mi jefe me mandó un memorándum y ahí escondido un mensaje donde confirmaba la hora y punto de encuentro.

La nota decía -hola sabrosa, ya tengo ganas de tenerte mía como a mí me gusta, te espero en la cafetería que está a 5 cuadras de la oficina dando la vuelta a tu derecha hay una librería ahí dentro te veo a las 6:15pm ya saldré antes para no alzar sospechas.

Y bueno salí caminando con la tranquilidad de verlo, aquellas zapatillas rojo brillante sonaban como gotas de agua cuando caen así en cada paso que daba, mi corazón latía fuertemente.

Entre a la librería y ahí estaba el me acerqué y le dije -buenas tardes señor el me dijo señorita Mayra es un gusto saludarle, yo me sonroje y le dije igualmente me tomo la mano y salimos de ahí.

Subimos al carro y llegamos a un hotel al entrar había vino, cena y una caja que contenía un elegante conjunto sexy y de mucha transparencia, me lo puse.

Salí y el me dijo – waoo si que eres hermosa y sabrosa virtio un poco de vino en su boca y empezó a besarme, y con el sabor de ese tinto endulzó mis sentidos comenzamos a despojar nuestras ropas una a una.

Hasta que solo quedaron aquellas zapatillas, empezamos con algo de sexo oral el besaba mis piernas e hiba subiendo por mis muslos sus manos acariciaban mis senos. Mi respiración ya era agitada y exitada.

Siguió besándome y me decía mía me gusta tu olor tus jugos me deleitan, yo estaba estremecida entre sus brazos y llegó el momento de satisfacer lo a el, empecé a besar su cuello mis manos bajaban por su espalda aruñando con mis dedos, bese su abdomen baje a su pelvis y ahí base, saboree su gran y erecta virilidad.

Seguí saboreando de su vigor hasta que exclamaba así y sentía que el estallaría, así fue y empecé de nuevo a engrandecer su ego y virilidad, así hasta que el empezó a abrir mis piernas y lentamente se introdujo en mi sintiendo como hervía su cuerpo y el mío fusionado, después cambiamos de posición y me puso boca abajo empezó a mordisquear mi espalda mis nalgas me alzó las caderas y empuñaba con fuerza hasta que un oasis manchada las sábanas de aquella habitación.

Me dijo complacida estás mía y yo respondía que si, estábamos agitados exitados y entre gemidos se escuchó cuando el explotaba y yo disfrutando de esa sensación que estremecía.

Así pasamos recostados un rato el me dijo recuerda que eres mía sabrosa y eso siempre será así se ducho y yo también y cada quien salió a su casa, antes me dio un beso y me dijo nos vemos el lunes como siempre antes de entrar a la oficina y recuerda que eres mía Mayra a lo cual dije si mi señor siempre tuya…

El clan de los rebeldes..Where stories live. Discover now