El clan de los rebeldes..

Amores prohibidos..

Hay amores tan profundos que se convierten en necesidad, son amores que llenan cuando se comparten al menos unos segundos, amores prohibidos que nos hacen pecar pero también enseñan a amar.

Entre sábanas y versos, el amor es entrega voluntaria y total de una esencia, ya no es mi cuerpo, ahora es tuyo, a veces el deseo es un pecado mortal, pero contigo siento que vivo y fluyo.

Ahogados en el murmullo de la noche si he de recibir la pena capital por la gula en que reposan inertes las frases del alma, enredada a tú piel y sudando tú miel quiero entregar mi respiro vital.

Tal es la fuerza de la tinta que asoma tras espasmos de gozo en el versar de tan divino ser, ese que sólo con su pluma me puede poseer, alucinación del poeta que huele a deleite de mujer cuando las rimas lo vuelven amante presente y constante.

Ansiedad divina del seductor que tras poemas eróticos se bañara mil veces en deseos de papel, enjugara mi nombre y gritara clemencia cuando rasgue el orgasmo a las letras de oropel.

Pues hay amores que sin ser son, que sin estar están, que sin amor aman, que sin querer quieren y que sin pasión se mueren y se diluyen en suspiros arrastrados por los vientos.

Soy mujer que alimenta un amor imposible que a veces se ausenta como el nuestro, que da calor sin que juntos estén los dos, sin que las miradas se multipliquen excitantes y llamándose incesantes.

Un café en la mesa, dos ojos por versar por si hay que desvelar a tu inspiración insaciable ¡Yo la musa de tantos brebajes que han embrujado tantas veces a las piernas temblorosas imparables!.

Eterna ante la alcoba cobijare de sedas el lecho, lleno de rosas rojas, desnudando la raíz de tu tallo de la cabeza a los pies mientras tengo tatuada en la prosa el perfume de tu rara rosa codiciosa.

Me has soñado en tu todo, con la luna entregada, me vuelvo historia en tu haber

Porque eres poeta de oficio que escribe con lujuria estrofas en el Cielo con versos de mujer.