Disfrazada con Exo! ~ Chanyeol [Fanfic]

Cap. 2 ~ Nuevo hogar

- No llevas mucho tiempo aquí y el segundo mánager ha pedido la baja por enfermedad así que hemos pensado en que lo sustituyas tú y así también te vas habituando a lo que es una boyband aquí en Corea – me dijo el CEO

- Señor, yo solo soy un coreógrafo, no sé nada de dirigir – contesté empezando a ponerme nerviosa.

- Aprenderá, no se preocupe; por supuesto cuanto antes deberá trasladarse a vivir con ellos, pasará las 24 horas del día con ellos.

- Ya se lo he dicho, hemos tenido una baja, si no hubiera sido por eso no lo molestaríamos.

No me dejó argumentar nada más, y tuve que aceptar; menudo lío.

Yo, una coreógrafa disfrazada de hombre, tendría que convertirme en su mánager y vivir con ellos las 24 horas sin que se desmontara mi cubierta.

*

- Esto es todo lo que has traído – Me preguntó D.O des de la puerta de mi habitación donde también estaban asomados Chanyeol, Sehun, Baekhyun y Suho.

- Sí, no me traje mucho de Estados Unidos – contesté.

Chanyeol se acercó al escritorio que tenía en frente y cogió un diario de color violeta que tenía encima de este.

- Ey! No cojas eso – dije mientras iba hacia él.

El automáticamente levantó los brazos evitando que se lo cogiera.

Me puse a dar saltos para intentar quitárselo.

- Que es eso? – preguntó D.O des de detrás de mí mientras aun intentaba quitárselo a Chanyeol.

- No es nada – contesté yo rápidamente mientras aun intentaba quitárselo inútilmente pues es más alto que yo.

- Chanyeol dámelo! – dije mientras le cogía del brazo intentando que lo bajase para quitárselo, al final conseguí bajarle el brazo para cogerlo.

- Pareces una chica, con el diario y esos saltitos tan femeninos – Comentó Sehun.

- Te acabas de poner rojo? – Preguntó Chanyeol acercándose a mi cara.

- No! – me aparté de golpe, con tan mala suerte que me di un golpe en la cadera contra el armario que tenía detrás de mí.

- Estas bien? – vino Chanyeol hacia mí una vez más, poniéndome la mano en el sitio de la cadera donde me había dado el golpe, me quedé mirándole a los ojos, demasiado hipnotizada como para apartarle la mano.

Tenía unos ojos preciosos, de un color chocolate, grandes, sinceros; me miraba con cara de preocupación y después con una de interrogación.

- Em... sí, estoy bien – le aparté la mano mientras se hacia el silencio en la habitación.

Chen lo rompió gritando des del comedor – Chicos! Comemos?