𝐓𝐡𝐚𝐭 𝐁𝐨𝐲 ❀ [Minsung]

02 🐿

— Está casa es un caos, no recordaba lo difícil y desastroso que era mudarse — Dijo el pelinaranja en un suspiro cansado dirigiéndose hacia la cocina. — Haaa... En cerio lo olvidaron... — Dijo mirando el almuerzo de sus padres que estaba sobre el desayunador.

Minutos después se encontraba caminando por el pueblo tratando de encontrar el hospital donde recién ayer se habían instalado sus padres, cuando a lo lejos vio a un chico delgado de cabellos rosas corriendo a toda prisa hacia algún lugar, asi que decidió alcanzarlo para preguntarle hacia dónde ir pues realmente estaba perdido.

— Disculpa! DISCULPA! — Le grito mientras trataba de alcanzarlo.

Él pelirosa al parecer ni si quiera lo escucho, incluso su cara se veía preocupada, por lo que supuso que no iba a dejar de correr para prestarle atención, asi que decidió alcanzarlo.

— Hola! M-me podrías decir ha-hacia donde queda e-el hospital — Dijo agitado pues seguía corriendo tras de el.

El que parecía menor que el al fin pudo escucharlo y sin mirarlo le respondió — Tienes surte justo voy hacia allá, sigeme!

Ambos continuaron corriendo sin detenerse hasta que por fin a lo lejos se veía un pequeño edificio blanco que muy probablemente se trataba de su destino.

Aquel chico pelirosa entro sin mas, ignorando por completo al pelinaranja que lo seguía. Al mismo tiempo escucho de repente unas fuertes sirenas acercándose hacia el lugar, y en cuestión de segundos vio entrar a un hombre alto y fornido que parecía ser policía sosteniendo en sus brazos a un chico inconsciente con sus piernas llenas de sangre, mientras que al mismo tiempo se acercaba preocupado a aquel hombre el chico pelirosa que hace unos segundos venía siguiendo.

Incluso en este pueblo pasan cosas así de dramáticas. Pensó

Instantes después vio a su padre a lo lejos salir apresurado para atender a aquel chico, por lo que decidió esperarlo un poco en la sala de espera, pues tampoco miraba a su madre por ningún lado.

— E-está seguro de q-que no me voy a m-morir — Dijo entre lagrimas el peliazul, sin poder dejar de llorar.

— Tranquilo, ya sacamos el anzuelo que estaba enganchado a tu piel y también ya detuve el sangrado, solo falta hacer las suturas. — Mencionó el doctor en un intento de tranquilizarlo para continuar.

— M-me van a c-coser? N-no creo q-que pueda s-soportarlo. Me d-dolerá m-mucho? De v-verdad es n-necesario? — Dijo angustiado pensando en lo tonto que fue por aceptar ir con sus amigos solo por un poco de deliciosa comida.

— Tranquilo Ji — Dijo su papá desde una esquina de la habitación. — Confía en el doctor Lee, es muy bueno en lo que hace.

— Pero como puedo confiar en el si ni siquiera lo conozco?! Nunca lo había visto en el pueblo! — Dijo ya alterado por el miedo que tenia.