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En cuanto Jisung se aseguró de que Minho estaba sentado a su lado comenzó a probar de todas las diferentes frutas y golosinas que habían.

— De verdad eres una ardilla. — Soltó entre risas al ver al pelizul con sus mejillas llenas de comida y su ceño fruncido por su comentario. — Primero deberíamos comer la comida y no los dulces. — Agregó con un tono de regaño.

— A ti que te importa lo que como primero. — Hablo sin pensar. — Ay, no es cierto. Si deberíamos de comer la cómoda primero. — Se corrigió.

— Entonces suelta esa bolsa de gomitas. — Continuo con su regaño falso. — Damelas. — Empezó a tirar de ellas pero el menor no las soltaba.

— Solo déjame comerme estas~ — Hizo su mejor cara tierna para tratar de convencer a Minho que claramente cayó ante sus encantos y terminó cediendo.

— Solo esas. — Amenazó. — Traje arroz con carne y verduras. Mi especialidad. — Comenzó a servir para ambos.

— ¿Tu lo cocinaste? Se ve muy rico. — Dijo con emoción por probar de nuevo la comida del pelinaranja.

— Espero te guste. — Le extendió su plato y sus cubiertos para que pudiera empezar a comer.

— Gracias por la comida. — Dijo expectante y probó un poco. — Si que es tu especialidad, esta delicioso. — Hablo aun con la boca llena.

Minho solo sonrió de verlo tan feliz disfrutando la comida y también se dispuso a comer.

Ambos disfrutaron de los alimentos y luego le siguieron con la fruta y snacks mientras platicaban y pasaban el rato sin importar el pasar de las horas hasta que la noche comenzó a sentirse ligeramente fría.

— Deberíamos entrar a la casita de acampar, nos hará daño estar bajo la brisa de la noche. — Menciono el mayor en un momento de silencio.

— Está bien. — Le respondió con una sonrisa mientras se dirigía hacia ahí.

Hasta este momento Jisung no le había prestado mucha atención a la casita de acampar pues al principio quedó totalmente enganchado por la comida y dejó de tomarle importancia a su alrededor, pero ahora que la observaba detalladamente se le hacia tan lindo y acogedor que una vez dentro tal vez nunca querría salir de ahí de nuevo.

— ¡Es demaciado lindo y hasta tiene luces! — Dijo emocionado mientras se adentraba a gatas.

— Es un poco pequeña pero así estamos más cerca. — Agregó cuando también se adentró con una sonrisa ladina.

— No digas esas cosas. — Sintió como empezaba a sonrojarse y se recosto mirando hacia las paredes de tela para no ser visto.

— ¿Otra vez escondiendote? — Pregunto imitando la acción del menor quedando con su vista fija en su espalda.

— No me escondo.

— Entonces mírame.

— No

— ¿No? — Se colocó arriba de el peliazul con cada brazo a los costados de su cabeza para sostenerse, accion que a Jisung lo tomo por sorpresa y solo pudo girar su cuerpo hasta que quedar de frente al mayor que yacía sobre el y lo tenía acorralado contra el suelo. — Ahora si me miras.

— Y-yo... es que tu, m-me pones muy nervioso. — A penas pudo hablar por la posición en la que se encontraba.

— Eso ya lo sé. — Su expresión era una convinacion de cariño y maldad pues sabia lo que estaba haciendo.

— No es justo, solo yo me pongo nervioso. — Lloriqueo falsamente.

— ¿Quien dice que yo no estoy nervioso?

𝐓𝐡𝐚𝐭 𝐁𝐨𝐲  ❀  [Minsung]Où les histoires vivent. Découvrez maintenant