Capítulo 36

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—Tus ojos me llevan lentamente al sol. Y tu boca me habla del amor y el corazón— le escribió Moran a Louis dedicándole una canción.

Fred que pasaba justo detrás le miró de una manera que decía claramente: Cursi, es decir, romántico. Moran se sintió avergonzado pues aquello era privado y su hermano solo se burlaba de sus intentos de ser dulce. Pero el aspirante a actor estaba muy agradecido con Louis pues este renovaba el espíritu del fotógrafo.

Pues por él latía el corazón de Moran y este había vuelto a hablar de amor. Los ojos de ambos brillaban de manera hermosa calmando los corazones cuyos latidos se sincronizaban. Fred en su mente llevaba un registro de los mejores momentos de la pareja a la cual bautizó como Louran combinando los nombres de su hermano y el amigo de este. Estaba tan cómodo con el amor de los dos, por lo que no podía evitar burlarse un poco de Sebastián. Es decir, medía casi dos metros, pero ahora era un pequeño cachorro enamorado al lado del rubio.

—Ah el amor, pero debería enfocarme en mi propio romance— pensaba Fred con cierta vergüenza y timidez.

En realidad el aspirante a actor estaba en una relación desde hace algunas semanas con la gran promesa Henry Antrim, cuyo nombre profesional era Billy. Este se estaba dedicando al cine independiente y al parecer tenía puestos sus ojos en la obra de Irene Adler. Fred lo conoció debido a que siempre le gustaba ver nuevas películas y el cine alternativo era su gusto más grande. El amor entre ambos surgió en una presentación de su película en la universidad de Fred. Este quedó encantado pero se sorprendió que el director fuese solo algunos años mayor que él.

—Su película fue grandiosa— le dijo Fred con cierta timidez, pero quería demostrarle lo mucho que le gustó el film.

—Me halagan tus palabras. Si deseas conocer más acerca de mis películas te invito a mi página web donde las publico— dijo Billy guiñándole un ojo.

—Yo...— Dijo inseguro Fred y su rostro se ruborizaba levemente, pues este sujeto era bastante confiado y desenvuelto provocando que aflorará su timidez.

—Es la primera vez que veo alguien ruborizarse por mi invitación , hum ¡Me agradas!— entonces sacó una manzana de su bolso y se la dio como disculpa por causarle un colapso mental.

—Se ve tan...

—¿Sabrosa?

—Sí— dijo Fred con los ojos brillantes.

Billy le indicó que viera una de las películas para comentarla entre ambos en el blog y eso hizo que el aspirante a actor estuviese completamente emocionado. Después de aquello se volvieron bastante cercanos hasta que el cineasta le pidió que fueran algo más que amigos. La escena parecía haber sido sacada de una película con banda sonora incluida, simplemente fue demasiado para el corazón de Fred que apenas pudo dar su aceptación.

—Si te hace sufrir yo me encargaré de él, ya sabes lo bueno que soy para las peleas— Le dijo Moran a su hermano.

—Creo que él no hará aquello. Él... me ama— admitió con una sonrisa y un rubor suave.

—Si se atreve a hacerte daño, yo le daré una manzana envenenada— señaló Louis quien había estado viendo Blancanieves y los siete enanos.

Aquello provocó la risa de los presentes pues Louis era demasiado adorable, aunque estuviese hablando de matar a alguien. Eso sólo demostraba lo mucho que se preocupaban por él y por eso Fred también quería ayudarlos en su historia de amor. Por eso mismo ayudaba a su hermano cuando éste elegía regalos para el rubio.

Sin embargo aquello no era lo único que hacía Fred, pues también estaba ayudando a William con sus clases de actuación. Le daba consejos pero en realidad tenía buen material para trabajar, debido a que el profesor de matemáticas había estado actuando en el taller de teatro el cual era manejado por Mary. Pero los participantes de este ahora solo practicaban por su cuenta mientras se cumplía el post natal de la profesora.

#MoriartyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora