13.- Preikestolen

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Mientras avanzamos en el recorrido, no dejo de pensar en las palabras de Vali sobre disfrutar cada momento. Y solo puedo pensar en pasar un tiempo con mi familia. Quizás me tome en serio lo del año sabático y lo pase con ellos. Miro a Vali que camina concentrado junto a mí y me recuerdo que pronto se marchará.

—Creo que necesito visitar a mis padres, hace mucho tiempo que no los veo—murmuro pensativa.

—¿Dónde viven? —me pregunta de repente.

—Tengan cuidado con esta parte del trayecto y presten atención donde colocan los pies, comenzamos la parte más empinada.

No le respondo a Vali y atiendo donde voy pisando para no caerme. A medida que nos acercamos el trayecto se dificulta y en varias ocasiones Vali me tiende una mano para ayudarme.

—¿Todo bien? —me pregunta cuando ve que me detengo para beber agua.

—Sí. Le respondo con la respiración acelerada mientras guardo la botella en la mochila nuevamente.

—Ya desde aquí pueden apreciar el Lysefjord, estamos en la última parte del trayecto.

La última y la más complicada. Hay cortados que caen por lo menos 500 metros y sin carteles que avisen del peligro. A estos noruegos de verdad no les importa que las personas se maten por aquí.

Para cuando llegamos al púlpito, estoy más que acalorada, esta ropa en verdad fue la mejor elección. La gran roca se encuentra encaramada sobre el acantilado del fiordo Lysefjord a más de 600 metros de altura. Las vistas desde aquí son realmente excepcionales, de las que quitan el aliento.

—¿Querías una buena vista para dormir? —murmura a mi lado mientras me quita la mochila de la espalda—, ahí la tienes.

Me sonríe y camina rumbo al resto que ha comenzado a acomodarse para descansar a la orilla del enorme acantilado. Algunos se sientan a la orilla, colgando sus pies hacia el vacío mientras se hacen selfis sonrientes. Y yo me quedo en el mismo lugar observando todo a mi alrededor, pero específicamente observando a Vali que deja todas las mochilas juntas mientras conversa con Ingrid. Deben de conocerse hace mucho tiempo para tener esa química que tienen entre ellos. Dijo que era su primo, pero quizás fueron amantes en algún momento. Ambos miran hacia mi mientras conversan. Vali me mira frunciendo el ceño mientras Ingrid le pregunta algo. Sé que hablan de mí. Vali le responde algo y ella sonríe, entonces el comienza a caminar en mi dirección y yo aparto mi mirada de él. Pero siento su presencia cuando se detiene a mi lado.

—Esto es realmente impresionante—comento sin mirarlo.

—Pues sí, muy impresionante en verdad. Ven vamos a comer algo.

Voy a decir algo con respecto a eso, pero mi estómago gruñe en respuesta. El reciente ejercicio físico me ha dejado sin energías. Lo sigo y después lo ayudo a extender una manta en la roca. Ingrid saca pan, queso, salchichas y unas botellas de agua.

Me siento en un lado de la manta a comer el sándwich mientras mi mirada se pierde en la distancia. Cuando termino me pongo de pie y camino hasta el borde donde me siento a admirar aún mejor todo a mi alrededor.

Respiro hondo e ignoro lo que siento por el dios que se sienta a unos metros de mí y me sonríe cuando intercambiamos una mirada. Solo me he sentido así una vez en mi vida, cuando era una adolescente enamorada del chico más popular de la escuela. Sí, puro cliché, lo sé. Y justo ahora, está sucediendo una vez más. Las mariposas en mi estómago, el cosquilleo en mi piel cuando me toca, el ansia de querer estar junto a él. Todos son claras señales de que me estoy enamorando. Esto que siento va mucho más allá del efecto que provoca su presencia sobre los mortales.

Fuego Eterno© ✔️(+18) #1 Fuego (#PGP2024)Where stories live. Discover now