Cap 12

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Julian comenzó a caminar hacia su moto ¿pensaba llevar ahí a su hermana?, no lo dejaría. Claro que no.

Se dio la vuelta y me miro antes de que yo lo llamase...

— Creo que esto te pertenece— metió la mano en su bolsillo de vaqueros y saco mi teléfono celular.

— Oh, sí. — Tome el teléfono y lo guarde en mi bolsillo trasero.

— Adiós—Dijo

— Espera. Creo que será mejor que Yolanda fuera en mi auto—Dije este me miro confundido.

— No, está bien que valla en moto—Sonrió.

— Julian...— Dije protestando.

— Ella puede ir tranquilamente en la moto, Oriana —Dijo el ya un tanto irritado.

— No me hables así—Dije.

— Oh lo siento niña "no me hables así" lo lamento—Dijo bromeando de mal modo.

—Simplemente quería ayudar Serrano. —dije molesta.

—No necesito tu ayuda Oriana— Dijo molesto.

— Lo lamento— Dije agachando la cabeza. Tome la mano de Ian que miraba atento la escena y me retire hacia el auto.

Mire a Yolanda y esta con la mirada me decía "perdónalo, no sabe lo que hace" yo apenas asentí, ni siquiera lo mire. Simplemente arranque el auto y me largue triste a casa. Que chico tan jodidamente bipolar.

Llegue a casa y subí a mi cuarto. Tome una ducha y me cambie, no me moleste en maquillarme, no tenía ánimos.

Tome mi teléfono y mi cartera. Baje y tome las llaves del auto y Salí al garaje, y Sali fuera de mi casa.

No sabía ni a donde iba, pero lo que si era que no quería estar en casa.
(...)

Baje del auto, el ruido de las olas se hizo presente. Estaba en la playa que tanto veía por internet y me gustaba.
Baje la pequeña montaña que había y llegue a un pequeño muelle.

A sus pocos metros se encontraba una roca, en la cual se me haría fácil sentarme.

Me acerque a ella y tome haciendo, daba justo al agua. Podía tocarla con solo un estirón de mano. La luna reflejada en el agua mientras en mis auriculares escuchaba un canción que me gustaba, tarareaba la canción mirando el bello paisaje.

Tome aire y una pequeña lagrima salió de mi mejilla, mire mi reflejo en el agua. Me sentía patética por razonar a lo que lloraba. Era tan tierno, tan lindo a veces. Pero luego no sé qué hago y el cambia su actitud de una forma realmente rápida y rara.

Quito mis zapatilla para comenzar a caminar por la arena. Sentía pasos detrás y tenía un terrible miedo que fuera un drogadicto con necesidades que quería calmar conmigo. Por lo tanto seguí a paso rápido ese camino.

Los pasos se hacían rápidos y comencé a correr, sin darme cuenta una puntiaguda piedra estaba en la arena y lastimosamente me caí doblando dolorosamente mi tobillo el cual dolía como el diablo.

Alguien se agacho al lado mío, su respiración era agitada. Era Julian, Julian era el maldito que me seguía.

— No me toques—Dije e intente pararme. Pero me abalance y casi caigo al piso sin ser por los brazos de Julian alrededor de mi cintura.

— Te llevare hasta tu auto— Dijo y no me queje, la verdad Dolía mucho.

Narras tu:

 

— Oriana manejaras bien ¿de acuerdo? Ten cuidado—Dijo pero Oriana estaba totalmente dormida en su hombro.

Julian rió suavemente. << Es tan linda cuando duerme>> Pensó tranquilamente el moreno.

Roso su nariz con la de ella y beso su mejilla lentamente, poniendo a Oriana en el asiento de copiloto y subiendo al carro para llevarla a casa.

Mientras marcaba a Eliseo, para que fuese por su moto.

TemidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora