Temido

Cap 33

Mi vida era una mierda, hacia 3 días que no iba al colegio. Y lo peor de todo, Estefanía se ha venido a vivir con nosotros.

Hoy tendría que ir al colegio, no seguiría faltando por una pavada. Aunque para mí no era eso, estaba deprimida y cuando Vero vino a verme, la ignore. Me siento mal con ella, es muy buena y no lo merece, también me comento que Jenny pregunto por mí, pero verdaderamente no le preste atención alguna.

Suspire y tome mi bolsa, tendría que llevar a Ian al colegio, y algo por lo que realmente rezaba era no encontrarme a Julian allí.

Baje las escaleras lentamente, si fuera otra persona y me viera, me daría cuenta que yo bajaba las escaleras sin ganas, y sin serlo, me di cuenta sola.

—Vamos, Ian—Le mire mientras yacía sentado en la mesa incomodo ante las cosas que hablaban mi padre y esa..."mujer".

—Buenos días, hija—Dijo esa "mujer" que más que mujer parecía un palo con culo y tetas de silicona. Mejor dicho aceite de avión, no creo que le dé el dinero para tan caras cosas, por algo esta con mi padre, ¿No?

—Jamás te veré como una madre.

Ian se levantó rápido y cincho de mi brazo, sabiendo que si me quedaba ahí, terminaría llorando. Porque mi padre era obvio que la defendería. Mi padre parecía drogado frente ella, todo el tiempo distraído, la mirada perdida y cansada. ¿No le estará haciendo algo? ¿ O dando algo?

-Tal vez le da mucho sexo y por eso no descansa y tiene los ojos rojos- Hablo mi "yo misma"

-Asco. Cállate.-

-Estúpida-

-...-

Tome un fuerte respiro y seguí mi camino a la cochera.

—Te peleaste con Julian— Eso sonó mas como una afirmación que como pregunta.

— ¿Cómo lo sabes?

—Contactos—Hizo caras raras. Reí sin muchas ganas.

— ¿Lara?—El asintió riendo. —Lo sabía.

— Pero podre seguir viendo a Fáti, ¿verdad?—Lo mire tiernamente.

—Claro que sí.

—Genial, porque me invito a su casa.

—¿Qué? Apenas tiene 4 años Ian, no pudo a verte invitado.

—Si puede.

Esto era obra de Julian, lo sabía.

—No iras.

—Claro que si— Se molestó.

—Ian...—Advertí.

—Bien, pero luego te quejas que nunca te cuento las cosas— ¿Eso era chantaje? Mi hermano pequeño me estaba chantajeando.

—Bien, ¿Cuándo?

— ¿Cuándo qué?—Sonrió sabiendo lo que venía.

— ¿Cuándo te tengo que ir a dejar en casa de los Serrano?

—Hoy—Rio.

¿Qué?, diablos.

—Ian—Murmure enfadada.

— ¿Qué? Tú preguntaste—Se defendió.

—Seguro—Reproche.
—Debo irme—Dijo rápidamente, y comenzó a correr. Di la vuelta y me encontré con Patrick, ¿Qué hace aquí?

—Hola Patrick—Sonreí, su mirada cambio al verme. ¿Por qué actúa así conmigo siempre?

Se iba a retirar y lo pare con mi mano—De...debo irme—Murmuro mirando a todos lados con miedo.

— ¿Qué te pasa? Fuiste muy lindo en la fiesta.

—Ese es el problema.

— ¿Eh?

—No puedo ser lindo contigo.

Vio mi cara confundida y siguió.

—Julian, en ese tiempo era tu novio—Comenzó— el me amenazó con matarme si me acercaba a ti. —Mi boca formo una bien formada "0".

Ahora todo cuadraba, por eso él estaba golpeado.

— ¿Él fue el que te golpe...?—No dejo que terminase.

—Sí, él fue Oriana—Murmuro apenado.

—Debo irme—Murmure y comencé a alejarme lentamente de Patrick.

—Hasta mañana—Dijo.

—Hasta pronto—Sonreí—A, y por cierto, Julian ya no es más mi novio—Grite por la distancia que había ahora.

—Oh, entonces en ese caso. Hasta pronto, linda.

Sonreí con las mejillas sonrojadas y saque la alarma del auto, pero al hacerlo, este no sonó. ¿Qué diablos.

Abrí la puerta de mi auto que en este momento estaba todo cerrado con el toldo. Y unos brazos me cincharon y caí en el haciendo de Copiloto.

—Julian— Fue lo único que salio de mi boca al verlo ahí, serio-.

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