One Shots Stray Kids +18

Clueless (YJ)

Tu novio era tan despistado en todos los aspectos de las mujeres. A veces era divertido y otras veces realmente impactante lo poco que sabía; Jeongin siempre estaba metido en los libros, se ponía nervioso con facilidad, pero era increíblemente atractivo. Como si estuviera al borde de la locura por lo atractivo que era. Lo que hizo que fuera aún más misterioso el hecho de que nunca había tenido novia, y mucho menos había estado con una mujer.

A menudo te burlabas de él por él, aunque todo era inocente. Al menos durante los primeros meses de la relación.

"Innie, eres un chico tan bonito", bromeabas mientras te apoyabas en su brazo, con la mejilla presionada contra su hombro tan distraídamente, aunque sabías lo fácilmente que podía ponerse nervioso. Jeongin brotaría de tus elogios con fuego en sus lindas mejillas, acercándose a ti para enterrar su cabeza en tu cabello celestial. Luego continuabas, riendo entre dientes mientras le dabas palmaditas en el hombro y lo abrazabas, "Apuesto a que tú también tienes una bonita polla..." le susurrabas al oído, dejándolo sorprendido y desorientado.

"Qué—" Y entonces estarías hablando de otra cosa, fingiendo que nunca se dijo nada. Como si tus palabras no dejaran su (de hecho, muy bonita) polla medio dura y empezando a arder por el pecado, una pequeña mancha de humedad desde la punta tatuando sus pantalones deportivos de un tono más oscuro.

Pero ahora se estaba volviendo mucho menos difícil ignorar tus palabras pecaminosas. Al principio podría disculparse, solucionar su problema y volver contigo (es cierto, un poco más nervioso). Ahora bien, esto sucedería a menudo cuanto más cómodos se sintieran ustedes dos el uno con el otro. Desde comentarios burlones hasta sesiones completas de besos, casi terminando contigo en su regazo montándolo. Pero siempre se echaba atrás, no por miedo sino porque nunca lo había hecho antes (vale, tal vez un poco de miedo).

No tenía experiencia y no quería perder la carga demasiado pronto; Tampoco quería decepcionarte con lo poco que sabía.

Y, por supuesto, siempre sonreirías y le darías un beso suave cuando las cosas se pusieran demasiado calientes. Diciendo que está bien y que lo esperarás todo el tiempo que necesite, acomodándote en los cojines del sofá con un suspiro de satisfacción mientras veías la película que habías puesto una hora antes, ahora ya al final.

Sin embargo, Jeongin estaba listo. Lo sabía, podía sentirlo dentro de él. Cada vez que te tenía debajo de él, o encima de él con una risita coqueta, sabía que quería quitarte la ropa y complacerte. Jeongin sabía con cada gramo de su ser que cada átomo te anhelaba.

Así que ahora estaba decidido. 6 meses después de la relación y él estaba listo para hacerse cargo... el único problema era, ¿cómo?

"Innie, cariño, oye", llamaste, obviamente confundida de por qué no te respondía en mitad de la conversación. Tu cabeza se giró hacia él lejos de la pantalla, y vio sus ojos mirándote fijamente, aunque no directamente a tus ojos. Su mirada estaba fija en tus muslos regordetes que estaban tan desnudos debido a tus pantalones cortos (o tal vez a la falta de ellos). Añadiendo al fuego estaba el hecho de que usabas su gran sudadera con capucha que él siempre usaba, por lo que es como si el olor estuviera incrustado en ella, prístino y constantemente fresco. Y eso apenas cubría tus muslos, colgando sobre tu cuerpo como una sombra de tela.

Jeongin abrió la boca, seco y un poco nervioso, "Lo siento, ¿¿qué??" Sus ojos se encontraron con los tuyos, su linda voz arrastraba las palabras con evidente vergüenza. Sus labios rosados estaban agrietados pero pensabas que no era nada que un besito no pudiera arreglar.

"¿Qué estás mirando, guapo?" Bromeaste con él, tocando su mejilla con un dedo cuidadosamente cuidado, riendo mientras te acercabas a él. Jeongin resopló con un puchero, bajándose la sudadera con capucha para cubrir el (ojalá no tan) obvio bulto que comenzaba a crecer en sus jeans. Pero, obviamente, lo entendiste.