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Una vez en el estacionamiento de los Seo ambos subieron juntos en el ascensor, Changbin mirando cada tanto al menor y sonriendo por lo bajo al despistado rubio.

-Nunca te había visto sin gafas.- comentó. -¿No las necesitas para ver bien?- preguntó con curiosidad mientras presionaba el botón de su piso.

-Sí las necesito, llevo lentillas.- respondió mientras revisaba que su madre no le hubiese mandado algún mensaje.

El ascensor se detuvo en el piso tres, y los mismos dos ancianos que había visto en su primera visita al departamento se subieron al ascensor.

-Changgie, tanto tiempo sin verte. Te veo muy bien acompañado hoy ¿Eh?- dijo la mujer sonriente, haciendo resaltar aún más las arrugas de su anciano rostro.

-Buenas tardes, señora Hwe. ¿Cómo ha estado?- cuestionó marcando al piso que sabía que irían los mayores.

-Muy bien. Por lo visto ya tienes novio. Sabía que un chiquillo tan apuesto como tú no podía estar libre.- dijo la mujer hablándole directamente al rubio.

-N-no, yo no... nosotros no somos pareja.- negó Jeongin con rapidez y la mujer sonrió como si no le creyera.

-Lamento mucho la confusión, pero creo que ustedes sí que harían una linda pareja.- se limitó a responder mientras abrazaba el brazo de su tranquilo esposo. -Espero verlo de nuevo pronto.- y al llegar a su piso ambos bajaron.

Un silencio bastante incómodo se sostuvo en el ambiente, uno asfixiante, y la tensión podría ser fácilmente cortada con cuchillos de juguete.

Al llegar al piso ocho, ambos se bajaron y se dirigieron a paso rápido al departamento. Changbin introdujo la llave y la giró quitando el seguro, pero antes de volver a hacerlo y finalmente abrir la puerta se dio la vuelta y estuvo cara a cara con el más pequeño.

-Lamento eso, Innie. La señora Hwe es muy... siempre dice lo que piensa, perdón si te pudo hacer sentir incómodo.- dijo y entonces el rostro de Jeongin se tiñó de un tinte rosado muy lindo. Changbin sonrió por eso.

-¿E-eh? Ah... e-eso, no te preocupes, hyung. Todo bien.- dijo tratando de ocultar que estaba nervioso.

Changbin sonrió antes de volver a darle la espalda y finalmente abrir la puerta, encontrando frente a sus ojos una escena que definitivamente no tenía ganas de ver.

-¡¿Qué les he dicho acerca de manosearse en mi sofá?!- gritó e hizo que su hermano cayera al piso por la impresión.

-Cuñado, ¿Cómo estuvo tu día?- un hombre de cabellos anaranjados y el que estaba anteriormente bajo Jisung en el sofá se levantó y puso una de sus manos en el hombro del más bajo.

Changbin se separó del tacto contrario como si de ácido se tratase. -¡¿Me vas a tocar después de haberle metido mano a mi hermanito?! ¡Vayan a lavarse las manos!- gritó con una mueca de molestia.

-¡Hyung!~- se quejó el de mejillas abultadas y ahora más rojizas mientras se levantaba del suelo. -¡Innie!- exclamó una vez se dio cuenta de la otra presencia en la puerta. -Sí viniste.- lo abrazó con fuerza y entonces Jeongin tuvo una reacción muy similar a la del pelinegro.

Changbin pareció ser el único consciente de la mueca de desagrado en su rostro ya que soltó una baja risa.

-Mira, él es Minho, mi novio. Mi amor, él es Jeongin, el compañero de la uni del que te hablé.- los presentó y el primer mencionado extendió su mano en su dirección a forma de saludo.

Yang alzó ambas de sus cejas mirando la mano y su rostro repetidas veces y Lee asintió retirando su mano.

-Me las lavo y vuelvo.- dijo entendiendo el motivo por el cual el chico lo había rechazado y se fue por el pasillo.

Mirror [ChangIn]Where stories live. Discover now