Cenizas De Amor|| Zuko

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Capitulo 3: "la princesa del agua
De los ojos azules"

Estaba encerrada en mi suelda, no sabía cuánto tiempo había paso. Pero escucho unos pasos que se acercaban a mi celda me levanté y al quedar frente a las rejas de mis celda pude ver al chico de la cicatriz.

— pero miren quien es... Es el pelón de mi secuestrador...— dije con una sonrisa apoyándome en la reja cuando ví que el chico se me quedo viendo fijamente — ¿te ofendió?

— Ni un poco...

— es una lastima...

— Soy Zuko príncipe de la nación del fuego.

— lo sé... No había necesidad de que te presentarás... Te conozco muy bien~ Zuzu~

El chico frunció el ceño y golpeó la celda.

— parece que te gusta más el otro apodo así que serás el príncipe pelón del fuego — dije con burla, solo sentí la calida mano del chico tomar mis mejillas cim fuerza y quedamos tan cerca que podía sentir lo caliente de su aliento lo que género que mi estómago se ennudara.

— ya veremos si sigues abriendo esa linda boquita cuando te queme.

— depende para que me pidas que la abra.— solté una risita burlona y el chico empujó mis mejillas hacia atrás con fuerza haciendo que retrocediera.

— estás loca...— me miró con su expresión sería.

— y eso que nisiquiera me has conocido bien principito— me despedí con la mano cuando se dió la vuelta para irse.

Solté un gruñido — estúpida nación del fuego. Que les costaba aplicar la magia de la amistad.

Paté el plato que estaba debajo mío cuando ví que escurrió un poco de agua.

— perfecto.

Con mi agua control tome el agua y lo acerque hasta el hombre quitándole las llaves. Cuando ya no escuché más ruido salí de mi celda y empecé a correr por todo el barco hasta la salida. Dónde me encontré con el príncipe cara a cara.

— ¡Maldita mocosa!— me grito en la cara y cuando intentó agárrame salí corriendo

— creo que tenemos la misma edad... Entonces tú también eres un mocoso...— llegué a la orilla del barco y me subi al barandal para soltar al agua.

Cuando agarre impulsó para saltar el chico me jalo del brazo haciendo que callera al frío y congelado metal del barco.

— No te voy a dejar ir, Te vas a quedar aquí... Conmigo...

— ¿Que?, eso sono muy...

— me da igual como haya sonado— me jalo con brusquedad y me cargó sobre su hombro.— vamos volverás a tu celda...

Solté un suspiro que hizo qué los mechones de mi cara se movieran, alce mi vista y a lo lejos puede ver una figurar de algo acercándose a toda velocidad.

— Oye...

— ¿que quieres?

— ¿que es eso?

—¿Que?— se dió la vuelta quitando de mi vista lo que se supone que veía. Escuché como dijo otra cosa y me tiró al piso.

Cuando me di la vuelta para ver qué era eso, pude ver a mis hermanos arriba de una bestia, sonreí emocionada. Me levanté del suelo y corrí de nuevo hasta la orilla de barco y está vez sin que Zuko pudiera atraparme tome la mano de mi hermana. Solo escuché como algo se desgarro y al darme vuelta ví como el chico de la cicatriz tenía un pedazo de mi prenda.

Mi hermana me jalo hacia arriba del gran animal, pero mi mente seguía en shock. Están disociada mirando al principe de la nación del fuego con el pedazo de mi ropa en su mano. La apretó con fuerza y después soltó un grito.

— ¡UMEKO!

El grito de Sokka me saco de mi tranece y mire a los tres.

— Lo siento... Gracias por venir por mi...

— no hay nada que agradecer eres nuestra hermana, ¡pero no tuviste que hacer eso!— me regaño Katara.

— Lo siento... Era la única manera... Además... El no fue tan malo...

Sentí como todos me voltearon a ver en shock. Y lo sentía por ellos... Pero me había perdido en el color dorado de sus ojos y sus ceño fruncido...