Prólogo

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Las gotas de lluvia caían sobre el parabrisas mientras los limpiadores se movían frenéticos de un lado al otro tratando de despejar la visión. La tormenta era abismal, las calles estaban cortadas, el río se había desbordado y los cables de luz colgaban chispeantes sobre nuestras cabezas de manera amenazante.

Tras unos intensos minutos logré llegar a casa, bajé casi corriendo del auto, y el calor del hogar me recibió de repente al cruzar el umbral de la puerta.

Me quedé helada. 

Junto a la chimenea recientemente encendida había una taza de café humeando y una nota escrita a mano que decía.

"Bienvenida a casa, pajarito. ¿Me extrañaste?"

Tragué saliva con nerviosismo, recorriendo cada rincón de mi propiedad con la mirada. Caminé hacia la cocina y cogí una cuchilla. Fuí con ella devuelta hacia la sala de estar con mi teléfono en la mano, marcando el 911 pero ya era tarde.

La evidencia había desaparecido y la puerta estaba abierta de par en par.


606 [pausada]Où les histoires vivent. Découvrez maintenant