°Síndrome de Couvade° 《Somhyo》 G!P

🍂Nacimiento🍂

Las enfermeras dejaron a Somi entrar después de lo que fue casi 40 o 60 minutos de una larga espera. Ya no se escuchaban los gritos de Jihyo, el doctor le había dicho que el parto había sido todo un éxito y que su esposa ya se encontraba descansando junto con su bebé en una habitación asignada.

Entró y lo primero que miró fue a su esposa que se encontraba charlando con alguna de las enfermeras que confirmaban que todo estuviera bien.

- Amor... - Susurró sintiendo su cuerpo temblar de nervios y de emoción.

Jihyo apartó la mirada de las enfermeras para sonreírle. La llamo con una mano y le indicó que no hiciera mucho ruido. Somi se acercó, las enfermeras se despidieron después de felicitarles, dejándolas solas y en silencio.

- ¿La quieres conocer? Acaba de terminar su mamila y se quedó dormida. - por primera vez Somi noto el bálticos blanco que llevaba Jihyo en los brazos. - Es hermosa, mi amor - sus ojitos brillaron, eso logro una gran sonrisa en el rostro de Somi quien se sentía curiosa por conocer a su princesa.

Somi asintió eufóricamente, mirando a Jihyo que tenía a su bebé cubierta con una manta. La mayor la descubrió y Somi sintió su corazón encogerse. Su hija era tan pequeña y hermosa, mantenía sus ojitos cerrados y sus manos apretadas en un puño. Se acercó a ella con una sonrisa, admiradora de cerca, quedándose un largo rato observándola. Su mirada transmitía amor y eso hizo a Jihyo sentirse tan feliz. La mayor limpio sus lágrimas y le sonrió a su esposa.

- ¿Puedo cargarla? - su lengua se trabó en algún momento, mientras de sus ojos bajaban finas y cristalinas lágrimas de felicidad.

- Claro que sí. - Jihyo asintió, apartando una lágrima que bajaba por la mejilla de su esposa para acomodarse mejor antes de entregarle a su pequeña.

Jihyo le explicó cómo debería de tomarla en brazos y Somi así lo hizo. Sus brazos y su cuerpo temblaban, la niña era era pequeña que temía dejarla caer o romperla de lo delicada que se miraba, era como una muñequita  de porcelana. La mayor se había reído ante lo nerviosa que estaba Somi, pero después solo pudo mirar a sus amores con cariño.

- Hola bebé. - saludo a la pequeña, sonriendo cuando ella tomó su dedo y lo apretó

La bebé se movió un poco al escuchar la voz de su madre, parecía que reconocía su voz y eso solo hizo a ambas madres sentirse felices.

- Ella sabe quien soy - los ojos de Ennik brillaban mientras miraba a Jihyo con emoción y alegría.

- Lo sabe. Solo mírala, está tan cómoda en tus brazos. - Jihyo sonrió sintiendo sus lágrimas correr por sus hinchadas mejillas. - Además, sabe que no la dejarás tranquila - río un poquito, haciendo a la menor reír también.

Somi al mirar a su bebé sintió como los dolores y molestias habían desaparecido, ahora se sentía con más energía que antes. Jihyo también lo notó, eso se debía a que el síndrome de Couvade se terminaba una vez que el bebé haya nacido, justo como ahora. Suspiró aliviada, ya había recuperado a su esposa.

Jeon se acercó hasta ella para besar sus labios. Estaba tan agradecida con su esposa por su bebé, sabía cuánto esfuerzo había hecho la mayor para tener a su niña en brazos, que solo la quería besar hasta que sus labios se desgastaran, o, por lo contrario, hasta que la bebé llorará por atención. También a ella la quería llenar de besitos en sus pálidas y esponjosas mejillas. Su princesita era más hermosa de lo que imagino, estaba enamorada de ella.

El doctor entró en la habitación minutos después dándoles algunas indicaciones a las madres primerizas como el cuidado de la bebé y el reciente parto de Jihyo para al terminar, marcharse con una gran sonrisa y una felicitación

Mientras pasaban los minutos Jihyo y Somi se sentían más enamoradas de su pequeña niña a la que después de decidicir mucho optaron por llamarla Ryujin, que era un nombre lindo y ambas estaban de acuerdo. Desgraciadamente las enfermeras se tuvieron que llevar a la bebé para que descansará y Jihyo y Somi se volvieran a quedar solas, un poco tristes porque su bebé ya no estaba con ellas, pero era un agradable momento.

- Te amo tanto - Somi le confesó, entrelazando sus manos y acercándose a los labios rositas de su esposa.

- Te amo más - Le susurró en sus labios antes de que estos se mezclarán por completo.

Somi no espero más y comenzó a mover sus labios lentamente. Sabía cuanto Jihyo amaba que la besara lento, pues ella decía que sus besos lentos eran los mejores. Ennik pudo sentir la sonrisa de la mayor en sus labios en cuanto la beso.

Los días pasaron rápido, al fin Jihyo fue dada de alta. Irían a casa y se concentrarian en su pequeña niña. También comenzarían con sus ejercicios pues Somi había subido de peso al estar comiendo mucha comida chatarra con su esposa.

Jihyo miró a Ennik sin su playera, sus fantásticos y marcados abdominales habían desaparecido, pero no le importaba, la amaba por la linda persona que era por dentro. Le sonrió y caminó hasta ella.

- Creo que debemos hacer mucho ejercicio - Somi susurró cuando noto donde iba dirigida la mirada de su esposa.

- No me importa mi peso ahora y tampoco me importa el tuyo. Pero en algún momento debemos hacer mucho ejercicio de ponernos en forma nuevamente - Sonrió. - Ahora solo bésame, por favor.

Somi se acercó llevando sus manos hasta la cintura de Jihyo donde la acercó a su cuerpo. Ya extrañaba mantener sus cuerpos lo más cerca posibles. Ahí le guiño un ojo y luego la besó.

Las dos estaban felices, su bebé al fin estaba con ellas y lo mejor era que estaba sana. Era la niña más sana y fuerte, aparte de que era muy hermosa y el parecido con Jihyo era sorprendente. Probablemente eso hizo que Somi se enamorara mucho más de ella pues la bebé era una copia en pequeña de su esposa.

Jihyo le sonrió besando su mejilla para darse la vuelta y caminar hasta la habitación de su bebé que había comenzado a llorar. Ennik sonrió y siguió a su esposa, su nueva vida había comenzado.

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Si hay errores o faltas ortográficas me avisan
Bye 💞
Otra música bonita.