Terminó siendo una buena idea el que Jaemin invirtiera en ropa que le quedara mejor, ropa más estilizada, porque después de eso, Jaemin se encontró a si mismo corriendo hacia Jeno todo el tiempo.
Algunas veces, exageraba las cosas, diciéndole a Jeno que fuera cual fuera el problema, sería mejor que lo resolviera en persona que desde lejos. A veces, no tenía que hacerlo, porque Jeno le pedía ir al piso de arriba, o porque el problema realmente no podía ser arreglado remotamente. Y a veces, simplemente se buscaban el uno al otro, mientras Jaemin estaba ocupado con otros tickets, o en otro lugar del edificio trabajando en otros proyectos. Una vez, Jeno incluso se apareció en el sótano, porque aparentemente tenía que hablar con Jhonny, pero hizo una parada en el escritorio de Jaemin pasando un buen rato con él y comentando lo bien que se veía el jade en su cubículo.
Jeno era amigable, cálido, y jodidamente amable, y siempre que ponía una mano en el hombro de Jaemin, o colocaba un brazo alrededor de él, o le daba un abrazo amistoso, a Jaemin le gustaba un poquito más. El mayor estaba siempre presente en el trabajo de Jaemin, y también en sus pensamientos, y sus sueños. A Jaemin nunca le había gustado tanto alguien desde la secundaria y era tan frustrante como emocionante.
El jueves en la noche con al menos tres meses trabajando ahí, Jaemin recibió una llamada en casa, en su celular personal, de un número desconocido. Contestó cautelosamente, y el sonido de una familiar voz que le sacudía los huesos hizo que su corazón cayera hasta sus pies e inmediatamente aclaró su garganta.
"Hola, ¿es el celular de Jaemin?"
Jaemin tragó saliva, intentando recordar como respirar. "¿Jeno?" preguntó, llamando inmediatamente la atención de Haechan del otro lado de la habitación.
"Haha, sí, soy yo. Mira, lo súper duper lamento por llamarte a tu casa, pero estoy en una situación de emergencia ahora mismo."
Una llamada de trabajo. Okay. Jaemin no tenía idea de cómo Jeno consiguió su número, pero no le importaba mucho. Automáticamente se movió hasta su laptop, colocándola en su regazo e iniciando el proceso para acceder a su computadora del trabajo. "¿Cuál es el problema?" preguntó.
"Bueno, verás, tengo una presentación a un cliente muy, muy importante mañana, y se me ordenó de último momento así que me he estado quedando hasta tarde estos días. Pero hoy no puedo ingresar en ninguna red. Ya intenté de todo." Liberó un suspiro de pura frustración. "En serio lo siento. Pero tengo que terminarlo esta noche."
Pobre chico, sonaba totalmente desesperado. "Bueno, afortunadamente me tienes a mí," Jaemin dijo. "Okay, bueno, no parece ser un problema con la red, porque yo ya accedí a mi propia PC. Deja reviso si puedo entrar a la tuya..." Clickeó unas veces y esperó. Suficientemente seguro, en unos momentos el mensaje de error se mostró. "Sip, estás fuera de red. ¿Ya revisaste los cables, reiniciaste tu máquina, esas cosas?"
"Si, todo, dos veces. Lo siento."
"Hey, está bien, deja de disculparte," Jaemin dijo con un tono divertido. "Supongo que tendré que ir y checarla. Uh, nunca he ido después del trabajo, ¿hay algo que deba saber?"
"Trae tu gafete de acceso. Las puertas de atrás son las únicas que se abren a esta hora. Gracias Jaemin, te debo una grande."
"Aún no me agradezcas," Murmuró. "Veré si puedo arreglarlo. Te veo en un rato." Colgó.
La ceja alzada de Haechan no emitía más que altos niveles de lascivia. "¿Quiere tu culo?" Preguntó.
"Cállate y ayúdame a escoger ropa."
Después de una breve discusión de si Jaemin debería vestirse profesionalmente para una llamada después del trabajo, Haechan lo convenció de ir con una casual pero linda playera gris abotonada y los jeans que más le apretaban el culo. "Después de todo," Haechan señaló, "Es una gran oportunidad para mostrarle que no siempre usas ropa planchadita y profesional." Con eso en mente, Jaemin deshizo su peinado que usaba a diario, que consistía en su cabello peinado hacia atrás, tomando ventaja del producto medio desgastado en su cabello decolorado para subirlo y bajarlo desordenadamente en su cara. Diez minutos después y con dos pulgares de Haechan arriba, Jaemin se dirigió a la oficina.
