Capitulo 1.

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—¡Murió! — exclamó con desespero, sus ojos grises perforándome con intensidad—. ¡Lo mataste!

Mi voz, apenas un susurro, respondí

—Yo... no hice nada — mientras observaba el charco de sangre que manchaba el suelo.

—¡Por supuesto que sí! —replicó con incredulidad—. Solo estaba caminando y tú lo mataste.

—Pero no fue mi culpa —dije, señalando el cuerpo que aún convulsionaba en el suelo.

—¿Entonces de quién fue la culpa? ¿De las hadas, de los licántropos? —preguntó con rencor mientras comenzaba a arrastrar el cadáver. Un escalofrío recorrió mi cuerpo, pero no sentí miedo.

—Ayúdame, Lysandra —me suplicó.

—Es un cuerpo, no voy a tocar a un muerto —respondí con desesperación.

—¡Oh, no, pequeña! —negó con la cabeza—. Tú lo mataste, tú lo escondes.

—Pero míralo —insistí, señalando al hombre una vez más—. ¡Está convulsionando!

—¿Y qué me dices? —replicó con sarcasmo—. Si a mí me golpeara una bola de fuego azul, también estaría convulsionando.

—No quiero hacerlo —dije con un puchero—. Hazlo tú, por favor.

—Solo Lysandra... —murmuró, observando mis labios—. Solo me estás chantajeando con esos ojitos lindos.

—¿Crees que soy linda? —pregunté, con un muerto a nuestros pies.

—Más hermosa que la luna —respondió mientras levantaba el cuerpo una vez más—. Pero esta será la primera y última vez que cargo con uno de tus cadáveres.

La tensión en el aire era palpable. El aire se sentía pesado, impregnado de una mezcla de miedo, culpa y resignación. No sabía qué había sucedido exactamente, ni cómo había terminado un hombre muerto a mis pies. Lo único que sabía era que debía encontrar una manera de deshacerme del cuerpo antes de que alguien más lo descubriera.

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Incapaz de articular palabra alguna, me hundo en mis pensamientos, mi valentía se ha esfumado por completo. Mi mente se repite una y otra vez; "Soy una asesina". El cuerpo deja un rastro de oscuridad a su paso, y en el rostro de Cael se refleja el peso de lo que hemos hecho.

Juntos, arrastramos el cadáver hasta el borde del Bosque de las Sombras, un lugar que une los cuatro mundos, los cuatro Londres, cuatro ciudades bajo el dominio de un solo rey, o eso me ha contado Cael.

Dejo el cuerpo al inicio del bosque, un lugar que nadie se atreve a cruzar. La oscuridad lo envuelve todo, y los árboles parecen observarnos con ojos hambrientos. Un canto femenino nos llama desde las profundidades.

—¿Lo escuchas? —le pregunto a Cael.

—¿Escuchar qué, Lysandra? —responde, escudriñando el bosque con la mirada, como si intentara descifrar el sonido—. Vámonos de aquí, ya estás empezando a perder la cabeza.

—Qué grosero eres, Cael —le contesto con una vulgaridad, lo primero que aprendí tras despertar.

Me mira con una sonrisa burlona y levanta la mano, indicándome que nos vayamos. Cael me advierte que es peligroso permanecer cerca del bosque después de tantas horas, que las criaturas que habitan en él podrían llevarnos, desaparecernos.

Seguimos nuestro camino en silencio, con él, el silencio siempre es reconfortante. Entramos en una pequeña choza. El frío se cuela por las paredes y la nieve cae del techo. No es un lugar lujoso, pero es el hogar de Cael, y poco a poco me voy adaptando a esta nueva vida.

Sombras de Obsesión (Libro #1) PGP2024Where stories live. Discover now