Capítulo 1.

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Narra Olivia.

Son las cinco de la tarde y en Madrid no entra un alfiler. La capital está a rebosar de gente. Y normal, porque hoy es día de partido, pero no un partido más, es el partido.

El clásico.

Llevo siendo socia del club blanco desde que tengo seis años y actualmente mi grupo de amigos gira en torno al Real Madrid.

Somos Elena, Alicia, Alex, Alberto y yo.

Nos conocimos en una quedada de madridistas hace tres años y desde entonces somos inseparables. No hay partido en el Bernabéu al que no vamos.

Salgo del hotel en el que trabaja mi madre y ya veo a Elena con su camiseta de Vinicius puesta. Yo llevo la de Modrić.

- ¿Un café? - me pregunta Elena cuando emprendemos camino hacia la Plaza de los Sagrados Corazones, que es de donde salimos los días de partido, y donde hemos quedado con el resto.

- Prefiero un bubble tea. -

Mi amiga asiente y paramos a comprarlo.

Cuando llegamos a la plaza ya vemos a Alex y Alberto. El primero lleva la camiseta de Bellingham y el segundo, la de Rodrygo. - Hola chicos. - Los saludamos con dos besos y ya vemos llegar a Ali con la camiseta de Courtois y una bufanda atada en la cabeza.

El partido es a las nueve, así que a las siete y media y con los miles de personas que hay por aquí, vamos hasta el estadio.

Después de que nos chequeen, entramos al estadio y buscamos nuestros asientos. Justo detrás de los banquillos, concretamente detrás del banquillo visitante. Sí, detrás de Xavi Hernández.

Cenamos antes del partido, unos bocatas que trajo Alex y a las ocho y veinte los jugadores del Barça, salen a calentar, bajo una tremenda pitada por parte de los aficionados del Real Madrid.

- Oye. - me llama Elena. - El Gavi está tremendo. - la miro con una ceja hacia arriba. - Joder, vale que sea del Barça, pero está buenísimo. -

Me fijo en él y la verdad es que el chico es guapo, y lo peor es que él lo sabe.

Antes del partido mis amigos me dejan sola porque se van al baño, y yo me quedo mirando instagram en mi móvil, hasta que...

- ¡CUIDADO! - levanto la cabeza y mala idea.

PUM.

BALONAZO.

Todo negro.

(...)

Narra Gavi.

Odio eterno hacia el Real Madrid. Ese es el lema de un día como hoy.

Hay clásico y encima en el Bernabéu.

Llegamos al estadio entre abucheos y después de dejar las cosas en el vestuario salimos hacia el terreno de juego para ver cómo está.

Entre nosotros. Este estadio es un sueño para cualquier futbolista, incluso para cualquier amante del fútbol.

- Es una pasada, eh. - me dice Pedri para después darle un sorbo a su botella de agua.

- Es brutal. -

Nos fijamos en el techo, que lo están cerrando. Ya sabéis, lo del techo retráctil.

- Frío no pasamos. - dice Fermín cuando llega a nuestro lado. - Lo han dejado bonito. -

Asentimos y ya nos dicen de volver al vestuario.

Nos vestimos con la ropa de calentar y a las ocho y veinte salimos a hacer el entrenamiento entre una potente pitada por parte de los aficionados del club merengue.

Rivales. (Pablo Gavi) Where stories live. Discover now