•°Así serán las cosas°•

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Es difícil decidir cuando tu mente te dice "renuncia" Pero tu corazón te pide a gritos un último intento.

Att. T/n Shira Koteshi.

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Perdonen mi capricho, Pero los quiero de vuelta.

Narra Shira:

...•...•...•...•...•...

¿El inicio de todo?

No. Solo una parte.

Años atrás...

-¡Es un nuevo récord! -Grité emocionada al ver los puntos que había ganado- Eres el mejor en esto.

-¡Que genial! -Estaba igual que yo- Mi esfuerzo no ha sido en vano ¿Lo ves? Si vale la pena pasar horas jugando -Orgulloso de sí mismo se sentó más relajado en la silla del juego-

-Pero también vale la pena estudiar, eres un flojo. Pero por lo menos un flojo que sabe jugar -Me dedicó una mirada ofendida pero a la ves de molestia, yo solo me reí-

Baji y yo habíamos quedado esa tarde en ir a un arcade para pasar el rato, estubimos mucho tiempo jugando muchas cosas, también nos burlabamos discretamente de aquellos que no sabían jugar, nos divertíamos bastante.

-Espera un poco, Shira. Deja que termine este nivel -Insertó una moneda en el ordenador del juego y volvió a sentarse- Si gano te invito unas gomitas.

Rápidamente asentí, las gomitas son mi golosina favorita. Me quedé de pie junto a él mientras ambos nos concentrabamos en el juego, era un nivel algo complicado, pero nada que Baji no pudiera superar.

-¡PERDÍ! ¡ESTO ES TAN ABURRIDO! -Baji y yo escuchamos a unos chicos que jugaban junto a nosotros-

-Son tan molestos -susurró él-

-Tranquilo, concéntrate en esto -dije refiriéndome al juego- Quiero esas gomitas -Baji rió un poco por lo que dije-

Keisuke estaba apunto de ganar, yo miraba entusiasmada la partida preparándome para celebrar cuando de repente el juego se apagó. Alguien tropezó y desenchufó el cable.

-¡NOOOOOO! -Llevé mis manos a mi cabeza tirando levemente mi cabellos mientras miraba con horror la pantalla-

-¡AAAAAAAAAAAAAAH! -Este fué Baji que al igual que yo estaba totalmente enfurecido- ¡TODO MI TRABAJO DURO SE FUÉ POR EL CAÑO!

-¡¿Por qué?! ¡Maldita sea! -Me lamente junto con él-

-Ustedes... Estaba tan cerca de terminar el juego -Keisuke apretó sus puños con fuerza-

Ambos nos giramos a ver a los responsables con una mirada asesina. Nos dimos cuenta de que se trataba de un pelinegro con ojos amarillos y un chico rubio, bastante feo por cierto.

𝐄𝐥 𝐚́𝐧𝐠𝐞𝐥 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐓𝐨𝐌𝐚𝐧 | 𝐓𝐨𝐤𝐲𝐨 𝐫𝐞𝐯𝐞𝐧𝐠𝐞𝐫𝐬 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora