info: Regulus Black termina apareciendo en la fiesta de pijamas y, como era de esperar, tiene otros planes para ti.
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"Regulus! Necesitas ser silencioso antes de que mis padres escuchen", le regañó Pandora entre dientes apretados. Los dos estaban agarrando sus brazos para levantarlo hasta la ventana después de que él había escalado valientemente desde el suelo. Los padres de Pandora ya estaban dormidos desde hace tiempo y estaban bajo la impresión de que tú, ella y Dorcas estaban teniendo una fiesta de pijamas. Una inocente fiesta de pijamas entre chicas. Eso era, por supuesto, hasta que Regulus envió lechuza tras lechuza rogando por venir.
Regulus cayó pesadamente al suelo del dormitorio con un golpe, usando la palma de sus manos para levantarse y el resto de sí mismo para pasar por la ventana. "¡Oye! Inténtalo escalando esa enredadera-", objetó Regulus mientras Pandora cerraba la ventana.
"¿Qué? ¿Crouch y Rosier también están demasiado ocupados para ti?", se rió Dorcas, causando una risita no solo en tus labios, sino también en los de Pandora.
"No estoy seguro. Ni siquiera pregunté", anunció Regulus, moviéndose hacia el borde de la cama azul de Pandora y sentándose junto a ti. Uno de sus brazos fue a envolver tus hombros. Era amigable, y sin embargo, su brazo te atrajo hacia él. Sus dedos rozaron la piel desnuda de tu muslo antes de descansar su brazo detrás de ti. Su costado estaba tocando el tuyo, pero ni siquiera te miró. "Preferiría estar aquí con ustedes, chicas, para ser honesto", confesó Regulus, sus ojos verdes finalmente mirando hacia abajo para encontrarse con los tuyos. Solo captó tu mirada por un momento, tal vez dos, antes de volver al grupo de chicas.
"Sí, claro. Lo que tú digas, Regi", bromeaste ligeramente, una sonrisa asomando en las esquinas de tu boca. Regulus se volvió hacia ti, con los ojos entrecerrados mientras dejabas escapar una pequeña risita.
"¡Estoy siendo serio!", exclamó Regulus, levantando las manos juguetonamente. Los ojos de Pandora estaban clavados en él. "Por favor, continúen con lo que estaban haciendo. Me encantaría participar", instó a ellas.
"¡De ninguna manera! Aileen estaba hablando de chicos-", Dorcas fue rápida en tirarte bajo el autobús, riendo un poco mientras lo hacía. Tu rostro se puso rojo y tus piernas pronto fueron llevadas hacia tu pecho.
"¡No estaba hablando de ningún chico!", exclamaste en un intento fallido de defenderte y hacer callar a tus malditas amigas.
"Está bien, está bien. íbamos a hacer bolsas de hechizos. Puedes ayudar", insistió Pandora antes de moverse hacia un lado de la habitación para agarrar suministros. Tu rostro aún estaba rojo por la vergüenza, sabiendo que antes de que llegara Regulus estabas hablando de él. Más o menos, te deshacías por esos oscuros ojos antes de que él viniera escalando el lado de la casa de Pandora.
