¡Nace Spider-Man!

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El frío de la mañana despertó mis sentidos, una serena tranquilidad acompañaba cada paso que daba entre salto y salto. Estaba nervioso, un poco, pero lo estaba. Después de todo, ¡Hoy era el día!

Traje confeccionado, lanza-redes a mano, poderes asombrosos y voluntad firme. ¿Buena receta para Spider-Man no es así? Repasaba una y otra vez cada detalle a fondo, fórmulas, costuras, todo. No podía tomar el juego del héroe como una broma, y sin embargo, las manos sudaban ante lo próximo a ocurrir.

Yo podía hacerlo, estaba seguro que si. De otra forma, ¿Cuál era la razón para esta segunda vida en primer lugar? Sencillo, ninguna.

Años reflexionando, comprendiendo y asimilando los hechos fueron necesarios, he incluso así, parecía un maldito novato. Ahora, consciente del Spider-Verso ahí afuera me preguntaba...

-(¿Te sentiste igual, Peter? ¿O fue más sencillo, intuitivo quizás? Fruto del no poseer meta-conocimiento)-Guardé el cuestionario, seguro de que algún día podría realizarlo. Era inevitable, héroe de vecindario o no, Spider-Man siempre acababa jugando con el multiverso.-(Si vivo lo suficiente, será una reunión genial)

Aterrizando sobre un contenedor de agua, observé hacia abajo, un almacén de residuos saludó a la observación. Ajusté las correas de mi mochila, preparándome mentalmente para ingresar al lugar y dar ese salto de fe metafórico.

Bajo otras circunstancias, hubiera elegido cualquier lugar abandonado sobre residuos, pero claro, no es algo sencillo de encontrar en la prefectura de Kanagawa. Entonces, es un pequeño sacrificio.

-Además, si fallo, terminaré oliendo a basura... Es una buena manera de incentivar.-Subí el cierre de la campera oscura que llevaba, levantando la capucha para de forma directa actuar.-Aquí vamos, Spider-Man.

Saltando giré sobre mi propio eje, el sonido del viento siendo cortado recordó los climas fríos aún propensos a ocurrir incluso en esta época del año. Al caer, intenté priorizar todo el peso sobre las puntas de cada pie, reduciendo cuanto fuera posible el sonido.

La planchuela metálica resonó de forma ligera ante el peso extra, pero sin darle mayor valor, caminé hasta el ventanal más cercano. Como era de esperarse, nadie se encontraba trabajando un sábado a la mañana. Punto a favor de los residuos.

Sin esfuerzo reduje las cerraduras, abriéndome paso hasta el interior del lugar. Un rápido aterrizaje permitió que descansará sobre la compactadora de basura, de cuclillas hice un escaneó visual a la zona, era espacioso, práctico, no poseia camaras y su única desventaja residía sobre la propia basura.

-Perfecto.-Retirando la mochila busque a tientas los lanza-redes, estaban pintados completamente en negro, aprovechando la estética misma del traje.-Aquí están.

No queriendo vacilar coloqué cada uno sobre mis muñecas, eran livianos, no incómodos al tacto y fáciles de equipar. Ya traían equipados sus respectivos cartuchos, frente a otros creados por las variantes de Peter, no tenían nada que envidiarles.

-Bien, eso fue lo sencillo, ahora viene el periodo de prueba.-Levantando la mirada encontré vigas expuestas, necesarias ante el primer ejercicio a realizar.-Por favor ciencias, no me fallen.

Disparé una red, era diminuta y hasta parecía frágil. Sin embargo, lo sabía mejor, podían hacer grandes cosas cuando era necesario.

Respiré, una vez, dos veces, tres veces. Luego, dejé caer el cuerpo hacia el vacío. La red cortó cualquier impulso, dejándome estático y sin ninguna base a la cual volver.

De ahí, comenzó el paso dos, ejerciendo presión moví mi centro de gravedad, inclinando una pierna a la vez. En algún momento, la cabeza quedó boca abajo. Lento, pero seguro, realicé aquella postura histórica del superheroe.

Otro hilo en la Gran Red.Where stories live. Discover now