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Y solo aquella habitación era testigo del llanto, de las súplicas y de la sangre de Lee Minho.

Un adolescente de 12 años que pretendía vivir una vida normal, pero la vida no estaría de su parte.

"Sueltame, por favor" Quería gritar, pero incluso eso no podía salir de sus labios

Y mientras se reían aquellos jóvenes que ahora lo pateaban mientras otros lo escupían ¿Merecia eso? Claro que no, ¿Él lo sabía? Lamentablemente no.

Las burlas comenzaron a aumentar al igual que los golpes y la intensidad de los insultos, esto no le importa a Lee, de todos modos iban a parar, pero lo que le dolía era ver como Felix era abusado por uno de los jóvenes mayores.

-Felix...- dijo su nombre aunque sabia que Felix estaba ido en todo los sentidos.

¿Cómo habían llegado a este punto? Fácil.

Felix y Minho se dirigían a un lugar lejos de la escuela para pasar el rato, pero uno de los mayores se dio cuenta y avisó a todos sus amigos, lamentablemente los atraparon y aunque quisieron correr...no pudieron; Uno de los mayores quiso abusar de Minho a penas lo vio, pero Felix trato de impedirlo y lamentablemente él pagó todas las consecuencias.

-Felix...Felix por favor- repetía Minho quien ahora era quemado por un cigarro.

"Estupido" "Maricon" "Débil" "Mounstro"

-Eres un maldito monstruo Minho, lo sabes?- dijo uno de los jóvenes

"Lo sé"

Minho no respondió

-Eres un maldito enfermo Lee-

"Lo sé"

Minho no respondió

-No vas a defender a tu amiguito?amiguito- dijo uno con sarcasmo

"Lo siento"

Minho por fin respondió

-Los enfermos son ustedes- luego miró al joven que estaba encima de Felix -El maricon eres tú, ERES UN MONSTRUO-

Los jóvenes comenzaron a reír

-Por favor Lee-

-ENFERMO, ERES UN ENFERMO-

-Callate, enfermo-

Dijo uno de ellos antes de patearlo. Minho soltó un grito agonizante por aquel golpe que le sacó todo el aire que aún tenía.

Luego de eso sintió que se quería desmayar, pero tomó fuerzas de donde pudo para no cerrar sus ojos porque él quería hacerlo, quería descansar.

-Ya terminé con el estupido del pecoso ¿Quién sigue?-

Cuando Minho escuchó aquello, su rostro se llenó de asco y confusión, pero su mirada chocó con la de Felix, aunque él ya no era aquel pecoso que conocía.

No era aquel pecoso sonriente que alguna vez conoció y alguna vez le salvó la vida.

Felix ya no era su Felix, él lo había perdido todo.

¿Acaso no era un niño para vivir esto? Al parecer esto poco o nada le importaban a sus abusadores.

"Yo" "Dejame probar primero al pecoso" "SH SIGO YO"

Y mientras discutían por quien iba a hacer el siguiente en abusar de un joven destrozado, un llamado Lee Felix.

Minho se arrastró como pudo y se acercó a Felix aunque se arrepintió al ver el cuello marcado de Lee mientras corría sangre de su cuerpo.

SICKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora