Capítulo 59

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Infiltración

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Día en la escuela: pesado. Convivencia en casa: incómoda. Para la llegada de la media tarde, Lilith había hecho su aparición repentina tal y como estaba acostumbrada a hacer. Pidió en ese momento a los inquilinos del hogar, –con más tacto del que no la caracterizaba–, si podían avisar a los demás de reunirse a las seis y media, pues deseaba tener una plática final para después saltar a la misión de rescate.

Por obvias razones, cada integrante que no era parte de la Casa Mayor llegó allí a través de una mentira: Lucas dormiría en casa de un amigo como ya había anticipado a sus padres días antes, Evander terminaría parte de un proyecto con un compañero puesto que el resto del equipo era una mierda como para ayudar lo suficiente, y por último, los hermanos fueron “más” honestos; su destino sí era la Casa Mayor, pero al día siguiente en su instituto “no habría clases“ y querían divertirse con sus amigos. Fue Roly quien ayudó a confirmar lo no cierto a la madre de los Lither, terminando así con la primera fase de aquella difícil situación.

El día miércoles llegó más pronto de lo que esperaban, y una vez se reunieron todos dadas casi las siete de la noche, la pesadilla dió comienzo.
Iniciaron la charla poco a poco, casi con consideración y atentos a las reacciones que pudiera tener cualquiera de los presentes; fuese buena o mala. A su vez, repasaron el plan base por si la primera vez no había sido suficiente.

—¿Alguien se echó para atrás? —preguntó Lilith, usando un tono comprensivo en caso de que quien sea alzara la mano.

Sin embargo, nadie contestó.

En ese primer piso parecían haber dos secciones distintas: los que irían al rescate se hallaban en los sofás, acostados o sentados, y quienes no, habían ocupado las sillas del comedor. De todos, Lilith era la única que permanecía de pie, recorriendo la sala a paso lento durante el transcurso de la conversación.

—Bien, entonces cuando quieran. Les pedí que fuera en la noche porque así no molestaremos a más gente de la necesaria.

Uno por uno, se estremecieron en su sitio al recibir miradas preocupadas entre ellos mismos, todos asustados ante la posibilidad de ser atrapados, o siquiera vistos. Habían guardado tanto tiempo el secreto de sus poderes a los adultos que ahora costaba pensar en que podrían llegar a usarlos contra ellos para liberar a sus amigos, –solo eso último les quitaba en parte la culpa de lo que estaban por hacer–. Por otro lado, nada tenía que llegar a la violencia si todo salía bien; ellos regresarían a casa sin ninguna herida que ocultar o un remordimiento en la consciencia que les impidiera un privilegiado descanso.

Tras lo acordado y verificado por milésima vez, el primero en levantarse de su sofá fue Alexander, frente a la mirada atenta de Roly y Evander, quienes pocos segundos después también observaron a quien fue el segundo en actuar: Lucas. El par restante de los asignados al rescate los imitaron de inmediato, colocándose todos juntos cercanos a Lilith.

—Tengan cuidado, ¿si? —se escuchó de una temblorosa voz.

Zack miró a su hermana con una corta sonrisa de confort, la cual ella agradeció de la misma forma. Por debajo de la mesa, Vanessa se aferraba a la muñeca de Roly, ya que su mano se sentía sudorosa debido a los nervios.

—Volveremos antes de que se preocupen —aseguró.

Una vez dicho eso y con el peso sobre los hombros, Lilith se hizo desaparecer a ella y a los cuatro voluntarios de la Casa Mayor.

***

Su primer experiencia de teletransporte no fue tan mala como la de Roly o Lucas. Gracias a las miles de emociones que sentían en sus cuerpos, los malestares se hicieron irrelevantes ante el cambio brusco de lugar. En un parpadeo, fueron rodeados por abrumadoras paredes blancas, y el murmullo de un distinto ambiente agudizó sus sentidos casi al máximo de lo que nunca habían experimentado.

Experimento CWhere stories live. Discover now