capitulo 7 "primogénita"

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Con el paso del tiempo las náuseas de Adán se fueron, su vientre había empezado a crecer, no comprendía lo que ocurría, se sentía muy extraño, se cansaba más fácilmente y se volvía más débil con el paso de los días, Eva cuidaba de él con mucho cariño a pesar de tampoco entender lo que ocurría.

Cuando lo que llevaba en sus entrañas le pateó por primera vez su cuerpo entero tembló, recostandose a un árbol lo uso para poder deslizarse hasta el suelo, coloco una mano sobre su abultado vientre ¿Que tenía? ¿Que era aquello? Eva coloco una mano sobre este y sintió aquel movimiento.

-Que extraño- murmuró la segunda mujer, elevó la mirada para encontrarse con los agotados ojos de Adán- ¿Quieres algo de comer? ¿Te duele algo Adan?- acunó una de las manos del primer hombre con mucha preocupación-

-No, no me siento enfermo, solo un tanto cansado- la mirada preocupada de su esposa causo ternura en el, elevando una de sus manos acaricio el rostro de Eva- gracias por preocuparte mi amor- la mujer acepto gustosa el afecto del castaño-

(...)

Cuando comenzaron los dolores de parto y las contracciones fue horrible para el primer hombre, su mañana pudo ser tranquila pero el dolor comenzó y la angustia de no comprender lo que ocurría empeoró, Miguel sabía que aquello sin tener el más mínimo conocimiento del tema haría que todo fuera peor y más traumático para el castaño, pero no podía hacer nada contra las órdenes de God.

" Eva, tendrás que ayudarlo. Retira las prendas de ropa, que se recueste, acompañalo hasta que ocurra lo que debe pasar" se escuchó la voz de God en todo el jardín guiando a la peliroja que sin comprender lo que pasaba obedecio inmediatamente con la necesidad de ayudar a su compañero.

Adan grito de dolor, se retorcía como un animal herido mientras Eva con un trapo y un poco de agua fresca limpiaba el sudor que caía por la frente de su esposo, trataba de hablarle y calmarlo, las contracciones cada vez eran más fuertes, el primer hombre pujaba con todas sus fuerzas y lloraba por el inmenso dolor que sentía.

Finalmente luego de unas cuantas horas aquello que tenía meses produciendo cambios en su cuerpo y consumiendo toda su energía había salido "Eva abriga a la pequeña con la ropa de Adán y colócala sobre su pecho" la mujer hizo inmediatamente lo que se le ordenó, no evitó perderse en la mirada de aquella pequeña criatura.

Adan con la fuerza que le quedaba se sostuvo del árbol que estaba tras el con uno de sus brazos y se sentó recostandose a este, cargaba delicadamente al pequeño bulto que se le había entregado, retrajo sus piernas que aún le dolían, Pero estaba muy distraído mirando a detalle a aquella pequeña criatura que habia salido de el.

-¿Que es eso Adan? Se parece a Luzbel- comento Eva con curiosidad acercándose y arrodillándose junto a su esposo, paso una mano por el rostro de la pequeña quien rio con dulzura, los ojos de ambos humanos se iluminaron con fascinación- es muy lindo...

"Linda, Eva, es una niña" corrigió God con pesades y pena en su voz, del cielo descendió Miguel quien se acercó hasta los humanos, se sentía mal por lo que haría, Pero así el creador lo había ordenado, extendió sus brazos pidiendo que la niña se le fuera entregada, el instinto de Adán hizo que apegara a la niña a su pecho con recelo, el alma de Miguel lloro internamente.

" Entregasela Adán, esa niña no es tu responsabilidad" ordenó God al primer hombre, Adan miro a su pequeña perdiéndose en los dulces ojos de esta, era tan parecida a Luzbel, la realidad cayó de golpe sobre su mente, esa niña no era solo suya...pertenecía a su abusador también, aunque no comprendía lo que ocurría dejo de negarle la pequeña a Miguel.

"juegos del Edén, secretos que lloraré" Where stories live. Discover now