De guardia de la sombra a emperatriz

15.

Eres un hombre tan guapo

Viajando día y noche, finalmente You Shu regresó a la Mansión del Príncipe seis días después.

Primero informó a Xie Feiyuan sobre el éxito de la misión y luego planeaba reportarse con Xiao Weixin, pero al pensar en el extremo e insoportable trastorno obsesivo por la limpieza de ese tipo, optó decididamente por tomar un baño y cambiarse de ropa primero. Calculó que si realmente iba a verlo cubierto de polvo del camino y apestando a sudor, era muy probable que Xiao Weixin lo echara.

En el baño público a plena luz del día no había mucha gente, la mayoría de los guardias de las sombras estaban de servicio o entrenando en ese momento. En la enorme sala solo estaba él. You Shu recogió agua y se desvistió junto a la piscina para lavarse la cabeza, sin notar cuándo se había colado Sombra Nueve.

Como hombre, You Shu tenía un gran físico, no le faltaba nada, sus abdominales, pectorales y bíceps eran hermosos, ni demasiado musculoso ni demasiado delgado, justo la complexión ideal. Aunque su piel no estaba tan bien cuidada y suave como la de Xiao Weixin, era saludable, y las gotas de agua sobre su cuerpo brillaban con un tono miel bajo la luz del sol que entraba por la ventana, resultando algo seductor.

Estaba distraído lavándose la cabeza con una barra de jabón vegetal, cuando de repente sintió a alguien detrás. Seguramente era un compañero que entraba a bañarse, así que perezosamente se hizo a un lado para darle espacio.

Pero resulta que el otro no tuvo reparos y le agarró descaradamente las nalgas.

You Shu: ......

Se dio la vuelta y le arrojó el agua del cuenco, Sombra Nueve la esquivó con una sonrisa pícara: —¡Soy yo!

—Ya veo que eras tú—dijo You Shu con calma, dejando el cuenco sin ganas de hablarle.

No se sabe si por interpretar mujeres tanto tiempo Sombra Nueve había confundido su género, pero siempre le gustaba propasar con otros hombres, aunque él mismo tenía las mismas partes, codiciaba las ajenas. You Shu odiaba bañarse con él, siempre lo estaba manoseando.

—No seas mezquino—dijo Sombra Nueve con aire coqueto mientras entraba a la piscina con un paso exagerado—. Solo te toqué un poco, no es gran cosa. ¿Quién te manda a tener más carne justo ahí?

You Shu lo ignoró, tomó el cuenco para enjuagarse la espuma del jabón y luego agarró una esponja vegetal para frotarse la espalda. En la antigüedad no había las comodidades modernas, los ricos se frotaban con seda o algodón, pero los guardias de piel áspera y musculosa como ellos solo tenían estas esponjas vegetales que arañaban dolorosamente la piel. Pero You Shu ya estaba acostumbrado, frotándose con fuerza, como si no fuera su propia piel.

Sombra Nueve, al ver lo brutalmente que You Shu trataba su propia piel, no pudo evitar preocuparse:—¡Oye, más suavemente! Esa no es piel de cerdo, ¡mira, incluso se está enrojeciendo!

—Tengo que ver al Príncipe—respondió simplemente You Shu—. Se enojará si no me lavo bien.

Sombra Nueve chasqueó la lengua maravillado: —Es cierto, nuestro Príncipe es tan quisquilloso con la limpieza que se pone de mal humor si no se baña durante tres días.

Mientras se golpeaba sin cesar con la esponja vegetal, You Shu no pudo evitar mirar con envidia el vello en el pecho de Sombra Nueve. Aunque su rostro era delicado y hermoso, ¿quién pensaría que al quitarse la ropa tendría tanto vello en el pecho y en las piernas? La mayoría de los hermanos de los Guardias de las Sombras también tenían vellos en las piernas, incluso el pequeño Sombra Diez tenía un poco, pero él era el único sin ninguno.