Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Toji, consumido por la ira y el dolor, se adentró en el lugar donde la maldición había atacado a su hijo Megumi. Con el corazón destrozado por la pérdida de su hijo, su mente estaba llena de una sed de venganza incontrolable. Pero cuando finalmente se encontró cara a cara con la maldición responsable, una sorpresa lo dejó momentáneamente atónito.
Toji: ¿Por qué? ¿Por qué mataste a mi hijo?
La maldición, una entidad oscura y retorcida, respondió con una voz que resonaba en el aire cargado de tensión.
Maldición: ¿Por qué? Porque es lo que hacemos, humano. Somos criaturas de oscuridad y destrucción. No nos importa tu dolor o tus vínculos familiares. Solo seguimos nuestros instintos más básicos: alimentarnos y sobrevivir.
La respuesta de la maldición solo avivó el fuego de la ira en el corazón de Toji. No podía aceptar tal explicación fría y despiadada de la pérdida de su hijo.
Toji: Eso no es una razón. No es justificación para quitar la vida de mi hijo. Has cometido un error al cruzarte en mi camino. Te aseguro que pagarás por lo que has hecho.
Con un gesto de determinación, Toji se preparó para enfrentarse a la maldición con toda la fuerza y la ferocidad que pudo reunir. Sabía que no podía devolver a su hijo, pero haría todo lo posible para asegurarse de que la maldición nunca volviera a causar daño a nadie más. La venganza, aunque no traería de vuelta a su hijo, sería su única forma de encontrar algo parecido a la paz en medio de la tragedia.
Perdón porque solo sea de Toji Pero aquí está tu pedido.