¿Que pasa cuando una pareja busca pasar cada día de una forma distinta?
Ellos solo quieren poder pasar cada día de la estación juntos, que sus corazones se junten en besos y abrazos. Una historia que dura desde el primer día de Otoño hasta su final...
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El chino de la vuelta de la esquina, tan concurrido como siempre, almacenar de todo en su interior. Y en ese mismo momento también a dos representaciones escandalosas que buscaban ver qué comían ese día. Es como si discutieran por todo, por todo todo el tiempo.
Hablaban, o mejor dicho, gritaban por sí deberían comer unos buenos fideos con tuco y queso o un gran pollo con arroz.
-¡Vamos a comer fideos y punto!- Dijo ya harto el Argentino, cruzando los brazos con fuerza. Bueno, si pudiera, ya que su manito estaba bien agarrada de la del brasuca en una forma amorosa y muy contraria a su forma de hablar.
-¿¡Que tantas ganas le tenés a un fideo?!- Su mano tomó de los pelos al celestino con fuerza, mientras que la otra acariciaba la mano contraria con cariño, sin querer lastimar más todas las grietas que tenía.
-Lo suficiente como para decirlo- Se acercó de forma peligrosa a la cara de su novio, con mala expresión por su seño fruncido. Incluso su sol mostraba su enojo, tornándose levemente rojo. -¿¡Vos qué le ves a un pollo con arroz!? Ni siquiera papas ¿¡Arroz!?-
-¿¡Y a vos que te importa con que quiero mi pollo?! ¡Yo no te critico con tus fideos con tuco!- Sus labios casi que podían tocarse de lo cerca que estaban, y entre sus gritos agitados no pudieron evitar besarse de forma dulce y contraria, que poco a poco fue pareciendo una pelea por control.
Tuvieron que separarse completamente agitados y conmovidos, atrapados en un abrazo aún de la mano.
-Mejor pidamos pizza- Declaró El amazónico mientras que su mano libre comenzó a acariciar el pelo argento.
-Si, pero llevamos una Coca- Se separó del más alto con tal de agarrar una Coca cola de dos litros y ponerla en el carrito.- ¿Vamos?
-Claro- Fueron hasta la caja aún agarrados de la mano.
No sé soltaron ni cuando estaban pagando la bebida y fueron hasta el estacionamiento aún entrelazados.
-¿De que pedimos la pizza?- Le preguntó Brazil a su compañero que le tocaba manejar.
-Napolitana con Jamón.-
-¿No podemos de fugazzeta?-
-Ni en pedo.-
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