Capitulo 6

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Después de ese humillante encuentro, me sentí con un millón de emociones, que no sabía cómo controlar. Ira, rabia, vergüenza, lastima de mi misma... Las palabras hirientes de Ali resonaban en mi mente una y otra vez, y la sensación de ser menospreciada y ridiculizada frente a Aiden me estaban atormentando.

Decidida me levante como si nada hubiera pasado, todo iría mejor, si no estuviera como si me hubiera meado encima. Suspiré. Estaba cansada de que me trataran como si no valiese nada, o mis sentimientos no importaran. No permitiría que Ali ni nadie más me tratara de esa manera. Tomé una respiración profunda y me sacudí la ropa intentando que las grandes manchas se intentaran disimular.

Vi como Aiden, por su parte, parecía estar en una posición incómoda, atrapado entre las palabras de Ali y su propia confusión interna. ¡Pero me valía mierda! No había cambiado nada de lo que ha pasado. Ni siquiera intento pararla.

Me dirigí a clase, aun sabiendo que iba a ser ridiculizada por toda la clase. Me escondí en el cuarto del conserje. Una voz reconocida hizo que me girase hacia ella, antes de cerrar la puerta.

–Amanda– grite como si fuera para mis adentros – tss, aquí. Estoy aquí – saque un poco la mano afuera. Amanda frunció el ceño. Miro varias veces hacia los lados, y decidida se metió conmigo en aquel cuarto.

–¿Pero qué haces aquí escondida? – dijo mientras cerraba la puerta.

–¿No lo ves? – dije sacudiendo las manos.

–Oh, ahora entiendo todo – dijo riéndose y llevándose las manos a la boca – Tu y Aiden... –

–No, no – dije moviendo la cabeza – No grites tanto, por favor – dije poniéndole la mano en la boca.

–¿Entonces que haces aquí? – le hice un gesto para que mirase mi ropa – ¡Oh, dios Cassie! ¿Estas bien? ¿Qué te ha pasado? – me pregunto Amanda con una voz preocupada.

Forcé una sonrisa, e irónicamente le solté – Oh, solo un pequeño percance – la cara de Amanda, paso de una sonrisa a una con incertidumbre – Fue Ali, se metió en medio de una conversación mía y de Aiden, y ocurrió esto – le dije moviendo los hombros.

–Le voy a partir esa cara de idiota que tiene – dijo girándose hacia la puerta – ¡Le voy a dar una paliza, joder! –

–Amaaanda, por favor– le dije sujetándola – Todo va a estar bien. ¿Tienes ropa en la taquilla? – la miré con cara de pena

–Cassie, esto no esta bien. No puedes hacer como si nada hubiera pasado, porque no es así – coloco su mano en mi hombro – Dios, me guardare la paliza para otro día. Vamos a cambiarte de ropa – dijo dándome un abrazo super fuerte.

Con un suspiro de alivio –Gracias, de verdad – confesé sintiendo una mezcla de tristeza y frustración – Sé que no debería dejar que se burlen de mí, ni que jueguen con mis sentimientos – solté rápidamente – Pero Aiden... –

Amanda se giró rápidamente ante mí, su cara de preocupación podía verse hasta en la mismísima oscuridad.

–Aiden se puede comer una mierda – levanto el dedo corazón, mientras con la otra mano abría la puerta – Ni pacto, ni Aiden –

Me reí. Seguí a Amanda, para salir del cuarto del conserje. Las palabras de Amanda, me hicieron reflexionar sobre todo lo que había estado ocurriendo también estos días.

¿Se me estaba yendo todo de las manos?

Amanda me guiño un ojo – Sigue en pie lo de la paliza, amiga –

Me cambie rápidamente de ropa en el baño, tratando también de sacudirme toda la vergüenza y humillación que me estaba abrumando. Me ajusté la mochila al hombro, miré a Amanda que tenía una sonrisa comprensiva.

–¿Lista para afrontar el día, amiga? – me pregunto con tono burloso.

Evalué el pasillo con determinación, decidida a dejar atrás el momento desagradable para intentar concentrarme en las clases de hoy. Solo me faltaba suspender, o que me fuera mal en las notas.

Durante la clase, el ambiente en ella fue tranquilo hasta que la puerta se abrió de golpe y apareció un chico por ella. Levante la mirada hacia él, encontrando un chico de aspecto seguro y tranquilo. Le pidió perdón al profesor por su tardanza, y camino hacia la silla que tenia delante de mi vacía.

Amanda me pego un codazo a la vez que le guiñaba el ojo. –Me llamo Lucas– dirigió su mirada hacia mí. ¡Oh no! Había notado el codazo de Amanda. ¿Podría ir peor el día?

La clase continuo su curso, aunque la tensión era palpable. Me esforcé por concentrarme en la clase, pero mi mente iba a mil por hora. Entre lo de esta mañana y ahora la pillada del chico nuevo. Me quería morir.

Una nota llego a mi escritorio, y al abrir el papel, vi una burla escrita con un dibujo que solo podía venir de una persona: Ali

Mi corazón latió con fuerza mientras buscaba a Ali con la mirada, encontrándola con una sonrisa arrogante digiriéndose hacia mí. Aprete lo puños con rabia, pero antes de que pudiera reaccionar, el chico nuevo me hablo desde su asiento.

–¿Te molesta a menudo? – Lucas se giró hacia mí, mientras se retiraba el flequillo de la cara.

Me sorprendí por el comentario directo y la empatía en su voz. Asentí con cautela, mientras moví los hombros de arriba abajo.

El chico nuevo me ofreció una sonrisa tranquilizadora –No dejes que te afecte. Algunas personas solo quieren llamar la atención– hizo un gesto hacía Ali.

El resto de la clase trascurrió sin más incidentes. Sentí unos ojos observándome que no eran mas que los de la estúpida de Ali. Su mirada de desagrado hacía mí, no me dio más que indiferencia.

Al salir de clase, no quise coger el bus para llegar a mi casa. Quería ir caminando para despejarme un poco de todo lo que había ocurrido hoy. Estaba cansada, cansada de ser la tonta de Cassie.

Aiden me visualizo entre todo el barullo de gente saliendo, y note como corría detrás de mí.

–Espera Cassie, yo...– dijo cogiéndome del brazo para pararme –¿No vamos hablar?

–Aiden, lo siento mucho por todo esto. No deberíamos hablar, ni quizás vernos – dije con una voz firme, tratando de controlar las emociones.

Me miro con pesar en los ojos, como si estuviera sintiendo de verdad todo lo que estaba sucediendo. Antes de que me fuera a decir algo, una voz chillona se interpuso.

–Oh, mira quien tenemos aquí. ¿Vas a llorar delante de él, Cassie? ¿Te vas a esconder como esta mañana? Eres patética – espeto Ali con arrogancia, buscando quitarme la confianza que me quedaba en mí misma.

Sentí rabia burbujeando dentro mí. No iba a permitir que Ali siguiera hablándome como si no importaran mis sentimientos. Me gire hacia ella con determinación, ignorando el hecho de que Aiden estaba ahí.

–N-a-d-i-e TE HA PEDIDO TU ESTUPIDA OPINIÓN – con fuerza mi puño salió disparado hacia su preciosa nariz – ¿Ahora quien va a llorar? – le dije mientras se llevaba las manos a la nariz y gritaba

–¡Cassie! ME LAS VAS A PAGAR ESTUPIDA NIÑATA – dijo mientras se miraba las manos, que esta vez estaban rojas por la sangre de su nariz – De verdad te lo digo, me las vas a pagar –

El pacto de Cassie.Where stories live. Discover now