Revelaciones y Decisiones

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La mañana de la Gala 0 se levantó con una luminosidad vibrante, como si el sol mismo estuviera ansioso por presenciar el espectáculo que estaba por venir. Denna se despertó con un cosquilleo de nerviosismo y emoción revoloteando en su interior. Se preparó con meticulosidad, sintiendo la energía que fluía a través de ella mientras se alistaba para el día que marcaría un hito en su viaje en Operación Triunfo.

El ambiente en la academia estaba impregnado de una energía palpable mientras los seleccionados se reunían en el escenario, listos para enfrentar a los jueces y al público con sus talentos musicales. Denna intercambió sonrisas de ánimo con sus compañeros, sintiendo una conexión especial con cada uno de ellos mientras compartían el mismo sueño y la misma pasión.

El momento de la actuación finalmente llegó, y Denna se encontró parada en el escenario, lista para dejar su huella en el corazón del público. Con cada nota que salía de su boca, sentía una liberación de emociones, una expresión pura de su amor por la música y su deseo de compartirlo con el mundo.

Después de su actuación, Denna fue recibida con aplausos y elogios, y aunque su corazón se hinchaba de gratitud, una sombra de inquietud se asentó en su interior. Recordó las palabras que había intentado compartir con Alex la noche anterior, antes de que fueran interrumpidas por una llamada telefónica. Se preguntaba si alguna vez tendría la oportunidad de hablar con él sobre lo que realmente sentía.

Mientras los demás actuaban y el evento continuaba con éxito, Denna se encontró perdida en sus pensamientos, reflexionando sobre las elecciones que había hecho y las que aún le esperaban. Decidió que, por ahora, lo mejor sería enfocarse en su música y en aprovechar al máximo su tiempo en la academia.

Sin embargo, el destino tenía otros planes.

Al finalizar la Gala, mientras los seleccionados se reunían para celebrar y reflexionar sobre sus actuaciones, Denna recibió una llamada de atención de Violeta y Salma. Las dos chicas la miraban con expresiones serias, y Denna sintió un nudo de ansiedad formarse en su estómago.

—Denna, necesitamos hablar contigo —dijo Salma, con tono cauteloso—. Es sobre Alex.

Denna frunció el ceño, preguntándose qué podría haber sucedido para que Violeta y Salma estuvieran tan preocupadas por su amigo. Con el corazón latiendo con fuerza, escuchó atentamente mientras las chicas compartían la noticia que cambiaría todo.

—Anoche, en la fiesta, vimos a Alex besándose con Suzete —dijo Violeta, con voz entrecortada—. Lo siento, Denna, pero pensamos que debías saberlo.

Un torbellino de emociones se apoderó de Denna en ese momento: sorpresa, decepción, tristeza. Se sentía como si el suelo se hubiera abierto bajo sus pies, dejándola en un abismo de confusión y dolor. Intentó asimilar la noticia, tratando de comprender cómo todo podía haber cambiado tan drásticamente en una sola noche.

Mientras Violeta y Salma la miraban con preocupación, Denna luchaba por encontrar las palabras adecuadas para expresar lo que estaba sintiendo. Finalmente, con la voz temblorosa, habló.

—Gracias por decírmelo —murmuró Denna, con la mirada perdida en el horizonte—. Necesito un momento para procesarlo.

Con el corazón roto y la mente girando, Denna se alejó de sus amigas, sintiendo que el mundo entero se había vuelto del revés. En medio de la alegría y la celebración que la rodeaban, se sentía sola y vulnerable, preguntándose cómo seguir adelante cuando el camino que había imaginado para sí misma se desmoronaba frente a sus ojos.

Pero en lo más profundo de su corazón, Denna sabía que aún tenía música, aún tenía su pasión y su talento. Y aunque el camino hacia sus sueños podría estar lleno de obstáculos y decepciones, estaba decidida a enfrentarlos con valentía y determinación.

Con paso firme, Denna se dirigió hacia el futuro incierto, lista para enfrentar lo que viniera con la fuerza de su música y la fortaleza de su espíritu. Aunque el camino podría ser difícil, sabía que no estaba sola, que tenía el apoyo de sus amigos y el poder de su propia voluntad para llevarla hacia adelante.

Y así, con el corazón roto pero el alma intacta, Denna se preparó para enfrentar el siguiente capítulo de su viaje en Operación Triunfo, lista para superar cualquier desafío que el destino pudiera lanzarle. Porque aunque el amor pudiera haberse desvanecido, su pasión por la música seguiría ardiendo eternamente en su interior.

Mientras Denna intentaba reunir las fuerzas para enfrentar el futuro, Alex se acercó a ella con una sonrisa de sincera felicidad en el rostro.

—¡Denna, felicidades por haber entrado! —exclamó Alex, con entusiasmo—. ¡Estoy tan feliz por ti!

Denna asintió con gratitud, pero había una tensión palpable en el aire que no pasó desapercibida para Alex. La expresión preocupada en el rostro de Denna le hizo fruncir el ceño, preguntándose qué podría estar pasando por la mente de su amiga.

—¿Estás bien, Denna? —preguntó Alex, con voz suave—. Pareces un poco... ¿distante?

Denna inhaló profundamente, tratando de reunir el coraje para enfrentar la conversación que sabía que debían tener.

—Alex, ¿cómo pudiste...? —comenzó Denna, pero las palabras se atascaron en su garganta, incapaces de salir.

—¿Cómo pude qué? —preguntó Alex, con confusión en sus ojos.

Denna cerró los ojos por un momento, tratando de reunir sus pensamientos. Cuando los abrió de nuevo, se encontró mirando a Alex con una mezcla de dolor y decepción.

—¿Cómo pudiste besarte con Suzete cuando estás con Sara? —terminó Denna, su voz temblorosa con emoción reprimida.

El rostro de Alex palideció al darse cuenta de lo que había sucedido. Una mirada de angustia cruzó sus ojos mientras luchaba por encontrar las palabras adecuadas para responder.

—Denna, lo siento... —murmuró Alex, su voz llena de arrepentimiento—. Fue un error. No sé qué pasó, pero...

—Pero nada, Alex —interrumpió Denna, con determinación en su voz—. No puedo creer que hayas hecho algo así. No solo lastimaste a Sara, sino que también lastimaste nuestra amistad.

Alex bajó la mirada, sintiendo el peso de las palabras de Denna sobre sus hombros. Sabía que había cometido un error, uno que tendría consecuencias que no podía deshacer.

—Lo siento, Denna —repitió Alex, con sinceridad—. Fue un error estúpido. No debería haber pasado.

Denna suspiró, sintiendo una mezcla de ira y tristeza arremolinándose en su interior. Sabía que no podía cambiar lo que había sucedido, pero también sabía que tendría que tomar decisiones difíciles sobre su amistad con Alex en el futuro.

—Lo sé, Alex —respondió Denna, con voz suave—. Pero no sé si puedo seguir siendo amiga tuya después de esto.

Alex levantó la mirada, encontrando la mirada decidida de Denna con una sensación de desesperación en el corazón. Sabía que había perdido algo valioso, algo que no podía recuperar fácilmente.

—Entiendo —murmuró Alex, con tristeza—. Solo espero que puedas perdonarme algún día.

Denna asintió con solemnidad, sabiendo que el perdón llevaría tiempo y esfuerzo, pero también sabiendo que era posible si ambos estaban dispuestos a trabajar en ello.

—Yo también lo espero, Alex —dijo Denna, con una pizca de tristeza en su voz—. Pero por ahora, necesito tiempo para pensar.

Con esas palabras, Denna se alejó, dejando a Alex solo con sus pensamientos y su arrepentimiento. Mientras observaba a su amiga alejarse, Alex se dio cuenta de que había cometido un error grave, uno que tendría que enfrentar y remediar si alguna vez esperaba recuperar la confianza y el respeto de Denna.

Con el corazón pesado, Alex se preparó para enfrentar las consecuencias de sus acciones, sabiendo que el camino hacia la redención sería largo y difícil. Pero también sabía que valía la pena luchar por la amistad que había perdido, y estaba decidido a hacer lo que fuera necesario para recuperarla, incluso si eso significaba enfrentar la verdad sobre sí mismo y aprender de sus errores.

Destino o Casualidad Where stories live. Discover now