El día que su cuñado Jimin da a luz, Kim Taehyung recibe una inesperada llamada telefónica. Los hermanos pequeños de Jimin necesitan su ayuda y su trabajador social, Choi Hoseok, solicita una reunión. Con Jimin y Jungkook ocupados con su nuevo hijo...
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Hoseok no sabía qué esperar de su reunión con Kim Taehyung. Quería dar un paso, y probablemente lo tendría si no fuera por la presencia de los dos chicos. Desde su lugar en la mesa, Kyle lo miró, mientras Jack jugaba con su cereal empapado y analizaba su tazón como si fuera la cosa más interesante del mundo.
Hoseok quería decir que todo saldría bien, pero no lo sabía de hecho. La conversación del día anterior, había hecho que los niños estuvieran más ansiosos, su única ancla en el mundo, su esquivo hermano mayor, no estaba disponible ahora.
Pero Hoseok había asumido una responsabilidad cuando había accedido a cuidar a los muchachos durante unos días, y no podía dejar que se revolvieran en su angustia. Caminó hasta Kyle y le palmeó el hombro. -El cuñado de Jimin estará aquí en cualquier momento-, dijo. -Nos contará más sobre el estado de Jimin y cuando pueden verlo.
Kyle frunció el ceño fieramente. -Quería hablar con él, mamá dijo que sí.
-Y lo harás, Kyle, te lo prometo-, dijo Hoseok. -Sólo sé un poco paciente. Las cosas no siempre son tan fáciles como nos gustaría. Creo que el Sr. Kim fue honesto con respecto a la lesión de tu hermano, lo que significa que podrán verlo muy pronto.
Jack finalmente levantó la vista de su cereal, con sus grandes ojos llenos de lágrimas. Para sorpresa de Hoseok, el chico se lanzó hacia él y lo abrazó, en la medida en que podía, al menos, teniendo en cuenta la diferencia de altura... No dijo nada, pero no tuvo que hacerlo... Hoseok se arrodilló a su lado y le devolvió el abrazo. -Shh... No tengas miedo, estoy aquí para ti.
Kyle pronto se unió al abrazo, aunque seguía frunciendo el ceño, como si estuviera resentido de sí mismo por sucumbir a él. Era tan fácil para Hoseok verse a sí mismo en los dos chicos, había estado dando saltos perpetuos de casa de acogida a casa de acogida y durante su larga estancia en el orfanato. Más de una vez, había llorado como Jack ahora, y había puesto una máscara de hostilidad cuando se había vuelto obvio que las lágrimas sólo le hacían vulnerable. Pero eso era el pasado y Hoseok quería enseñar a estos niños a sonreír de nuevo.
Todavía estaban abrazados cuando Hoseok oyó que un coche se acercaba. Le dio un beso a la frente de Jack y le despeinó el pelo a Kyle. -Bueno, probablemente sea él-, dijo mientras se levantaba. -Termina tu desayuno mientras salgo a saludarlo.
Los dos muchachos cumplieron, volviendo a sus asientos en la mesa. Hoseok les dio una mirada y mentalmente se tranquilizó a sí mismo que se mantendrían fuera de problemas, incluso si no estaba presente. Era verdaderamente renuente a dejarlos solos, sobre todo porque se había unido cada vez más a ellos, pero no podía evitarlo.
Sonó el timbre de la puerta, anunciando la llegada de su visitante. Hoseok giró sobre sus talones y corrió hacia el pasillo. Abrió la puerta, sólo para congelarse cuando se encontró frente al hombre más caliente que había visto en toda su vida.
