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Otro día más, me desperté y me fui para clase.Iba 10 minutos tarde. Entré y vi a todo el mundo cambiado de sitio.

-Señorita Flores, pase. Hemos hecho grupos de 3 para hacer un trabajo en grupo. Estás con Héctor y Daniela. -Me explicó en qué consistía el trabajo y yo resoplé y me fui con mi maldito grupo.

¿Me podía tocar gente que me cayera peor? No.

Héctor y Daniela estaban ya sentados juntos y fui con ellos.
Me senté en una mesa delante de ellos porque se sentaron los dos juntos.
Cuando le senté, Héctor se levantó de su sitio y se puso al lado mía.
*¿Este tío que hace?*

-Hola dormilona. -Dijo él para molestarme.

Ignoré su comentario.

-Ya  puedes ir volviendo con Daniela. -Ordené yo pero me ignoró.

-Natalia hemos pensado Héctor y yo en quedar en la habitación de Héctor a las 5 de la tarde. -Dijo Daniela con su voz chillona.

-Ajá. -dije yo.

Héctor y yo empezamos a hablar sobre el trabajo.

-Héctor! De qué estáis hablando? -Dijo Daniela haciendo que cortaramos la conversación.

-Sobre el trabajo, si te quieres enterar para de hablar con tus amigas y estate atenta. -Dije yo con mala gana.

-Le he preguntado a Héctor. -Dijo ella.

-Ya, pero el trabajo también es mío, no sólo de vosotros dos, así que también puedo contestarte yo. -Dije con una sonrisa falsa.

-No hace falta que te pelees por mí, celosilla. -Me dijo él al oído con una sonrisa pícara.

-En tus sueños, Fort, jamás estaría contigo. -Le contesté.

La clase terminó y volvimos otra vez a sentarnos en nuestros sitios indicados.

EN EL MISMO PISODonde viven las historias. Descúbrelo ahora