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Una semana después.

Natalia:

Por fin. La graduación.

Me puse la alarma a las seis de la mañana, aunque claramente no pude dormir nada por la emoción.

Así que en cuanto me sonó la alarma me planté en la cama de Julia para despertarla.

-Buenos días con alegría.

-Cállate la puta boca.

-¡Venga! Que no hay tiempo.

-Tía, cinco minutos más joder.

Le tiré del brazo para que se levantara pero ni se inmutó, así que probé con Carmen. -Buenos días.

-Mmh, ¿qué hora es?

-Las seis. Hora perfecta para levantarse.

Se incorporó sentándose en la cama y frotándose los ojos.- ¿Cuándo viene la peluquera?

-En dos horas.

Conseguí que se levantaran y en el tiempo que venía la peluquera, bajamos a la cafetería para desayunar y tener algo en el estómago.
Una vez que llegó nos peinó a las tres. Yo llevaba unas ondas; Julia un recorrido perfectamente hecho; y Carmen un moño desarreglado pero a la vez elegante.

También nos maquilló con sombras a conjunto con nuestros vestidos.

La graduación era a la tarde, a las tres del mediodia, pero igualmente queríamos llegar temprano.
Nos hicimos unas cuantas fotos, tiktoks...

•••

En la graduación se podía llevar a tres invitados, normalmente los alumnos lo usaban para llevar a sus padres o familiares. Mi madre estaba trabajando así que no podría venir, tampoco es que ella quisiera...
Así que utilicé las entradas que me dieron para invitar a mi novio Matías. El cual estaba agarrando mi mano cuando entramos a la celebración.

Me fijé en Héctor, iba guapísimo, también su novia. Parecía haberla sacado de una revista de modelos.
Notó mi mirada y se acercó a nosotros de la mano de Héctor.

Genial.

-Hola, Natalia.-Me dio dos besos.-Qué guapa vas, tía.

Sonreí.-Tú también vas preciosa.

Héctor no paraba de fulminar a Matías con la mirada.

-Bueno, nosotros ya nos vamos, ¿habéis visto a Julia?-Pregunté a punto de irme.

-La vi hace rato allá. -Señaló un lugar, les dediqué una sonrisa y me fui con Matías en busca de ella.

•••

Una vez se terminó la entrega de diplomas y las fotos, nos sentamos todos en las mesas para almorzar y picotear un poco de comida.

Iba hacia la mesa, me estaba esperando Matías mientras hablaba con Marc y Pau.

Sé que a ellos tampoco les caía bien mi novio, pero al menos lo ocultaban, no como Héctor, el cual estaba sentado en la mesa, en cuanto me vio acercarme, se levantó.

-Tenemos que hablar.


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