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Mi padre.
Era él.
El hombre que tras separarse de mi madre años después de que naciera mi hermano, se fue.

-Hola mis niños.-Dijo intentado darnos un abrazo el cual esquivé.

-¿Mamá qué hacemos aquí? -Dije sin dejar de mirar como mi padre abrazaba al inocente de mi hermano.

-Cariño, tu padre quiere pasar tiempo con ustedes, hemos estado hablando y os vais a quedar dos meses con él. En cuanto pase ese tiempo volveréis a Barcelona conmigo.- Explicó.

-¿Qué? Eso es imposible. Tengo mi equipo allí, tengo que jugar partidos muy importantes.- Dije alterada.

-Tranquila, cuando pase este tiempo volverás a la Masía.- Dijo ella como si nada.

Nos dejó allí plantados y no me quedó de otra que coger mi maleta y la de mi hermano y entrar a lo que sería mi casa durante dos eternos meses.

Todo el contacto que quería tener mi padre hacia nosotros lo intenté esquivar.

Soy muy rencorosa y que él se marchara justo después de que me llamarán de La Masía,  y que él no pudiera ver ningún partido mío me puso bastante triste.
No le iba a perdonar ahora porque quería hacerse el bueno.

●●●

Habían pasado varios días desde que estaba viviendo con mi padre y en todo este tiempo no sabía nada de lo que estaba pasando en Barcelona, ya que mi madre me quitó el móvil antes de venir y mi padre no me deja el suyo.

Estaba desesperada por llamar a Héctor y contarle el por qué había "desaparecido", no quería preocuparlo.

EN EL MISMO PISODonde viven las historias. Descúbrelo ahora