Pintura

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Este capítulo contiene lo siguiente:
• Transición de acuerdo a identidad de género
(Nada explícito simplemente mencionado)

Capítulo 4

— Harry no te mató. — dijo un James Potter sorprendido de ver al menor intacto.

— Si, cíen por ciento vivo. — dijo sonriente.

Eran las 8 de la noche y en ningún momento un Regulus Balck tocó su puerta pidiendo ayuda y renunciando. Lo examino rápido para ver si Harry había hecho algo que reaccionaría con el tiempo pero todo parecía en perfecto estado.

— No me hizo nada. — le dijo.

— ¿Seguro? — le preguntó con preocupación.

— Lo estoy.

Ahora tenía miedo de que Regulus le hubiera hecho algo. No es porque tuviera miedo en realidad, sino que conocía a los Black y sabían lo mucho imponentes que podían ser.

— Tampoco amenace a Harry.

— ¿Entonces como carajos sobreviviste?

— Soy bueno en lo que hago. — habló sin importancia. — Ya está en la cama pero quiere que usted vaya.

James no tardó en asentir y caminar hacia la habitación de su hijo. No lo iba a negar. Tenía miedo y mucho porque, ¿Qué hizo Regulus Black para que su hijo no lo matara?

Regulus lo seguía a paso lento hasta llegar al cuarto de su hijo y abrió la puerta con miedo de que el pequeño tuviera listo un plan de ataque pero parecía todo lo contrario, Harry se encontraba en su cama, arropado y con su pijama azul rey con Snitch a sus alrededores.

— Hey, pequeño. — se sentó en la cama y arropó un poco más debido a que su hijo se movió. — ¿Cómo te fue?

Harry parecía incómodo y se mordía la lengua para no decir nada. James podía entender a su primogénito, que su padre estuviera todo el día fuera de casa y un extraño lo cuidara, entendía que su mente estuviera frustrada, él también estaba frustrado, el no poder tener a su pequeño consigo todo el día pero sabía que no era posible hasta que estuviera seguro que su familia ya no sufriría más de lo que ya había sufrido, lo que su bella Lily sufrió y la cicatriz que cubría toda la mitad de la cara de su hijo.

— Lo odio. — le dijo el pequeño. James a veces pensaba que el "odio" era una palabra muy fuerte para un cuerpo tan pequeño pero como siempre, Harry cuando quería, podía ser más inteligente que los adultos y sabía el rostro cansado de su padre. — Pero es mejor que la rubia tonta que quería encerrarse contigo en tu cuarto.

James ante la imprudencia de su hijo volteó hacia la puerta listo para ver la reacción de Regulus pero fue mayor su sorpresa cuando no vio que nadie estaba en la puerta o dentro del cuarto.

— Harry. — dijo entre dientes jalándole una mejilla en forma de regaño. — Ya habíamos hablado de eso...

— Pero nunca me has querido decir que quería hacer la niñera en tu cuarto. — preguntó dudoso Harry.

— Nada, cariño. Nada. — arropo más a su hijo y le deseo buenas noches para poder apagar la luz y bajar a buscar a Regulus.

El menor de los Black estaba en la cocina sacando un plato del microondas, el cual no podía omitir debido a su delicioso olor.

— Mencionó que estaría ocupado así que no quise molestarlo a la hora de comer. — dijo apenado mientras ponía el plato en frente de él.

— Oh, gracias. — respondió con rapidez.

Plan niñera Donde viven las historias. Descúbrelo ahora