El lindo hombre que puede quedar embarazado. | Chestappen • Perstappen.

CAP 16

—¡Max, ya vine!

Sergio finalmente llega a casa. Mirando el reloj, me doy cuenta de que había dicho la verdad. Son alrededor de las 9 en punto. Todavía no he comido porque no tengo apetito. Había estado deprimido en mi habitación desde que llegué a casa. Pero Sergio esta de un muy buen humor. Seguramente recibió buenos consejos. La esposa del presidente parece saber sobre los HUFA así que ahora que además ha aprendido cómo lidiar con la menstruación, supongo que realmente ya no hay nada que pueda decirme o hacer por él.

—Bienvenido a casa.

Pero, me alegro de que tenga una cara así de brillante.

—Max, ¿Comiste algo?

—No, todavía no.

No quiero preocuparlo, así que solo me limitó a decir eso.

—¿Y por qué no? ¿Quieres probar el estofado de cerdo? Quedó mucho.

—Oh, gracias.

—¿Por qué estás así? ¿Estás cansado?

Sergio me mira con la cabeza inclinada. Tiene un ligero olor a tabaco en la ropa... Él no fuma, así que este es el olor de alguien diferente.

—Sí... Un poco cansado.

—Bueno, traje un montón de estofado. Espera un minuto. Creo que podría ser capaz de revolverlo con arroz.

Mostrando con deleite sus dientes brillantes y riéndose mientras me cuenta sobre su día, comienza a preparar la comida cuidadosamente. Después de arrojar el arroz congelado a la estufa, se sienta conmigo en el sofá frente al televisor.

—Yo también estoy cansado.

Pues yo estoy triste.

Muriendo de tristeza en realidad.

Solo hay una vieja película de amor en la televisión. Es la escena en la que la actriz derrama lágrimas mientras se reproduce una canción famosa.

—Oh, esa película la conozco.

Sergio, inesperadamente, canta la melodía. Lo hace como un juego, pero igual pienso que es hermoso. Sergio se ve muy bien.

—Max, ¿Cómo se llama esta canción?

Ni siquiera lo sabe. Es una famosa y vieja canción. Las letras son en inglés, con tempo lento que se mezcla perfectamente con las líneas de la película.

—¿Quieres que vea?

—Eh, ¿Puedes averiguarlo?

Cuando lo busco en Internet con ayuda de mi teléfono inteligente, inmediatamente encuentro el título y la letra. Un vídeo. Los actores.

—Oye, eso fue muy rápido.

Sergio es diferente de los hombres de hoy en día, los que nunca sueltan sus celulares o sus laptops. Me parece un poco triste.

—Es una buena canción.

—Es una buena canción, de verdad que sí.

Me alegré de haber obtenido una respuesta así de parte de Sergio y canto el coro mientras veo la letra. Unchained Melody... Si conoces la letra, puedes cantar rápidamente y sin problemas. Es una canción de amor de un hombre solitario.

—Oh, my love, my darling... I've hungered for your touch.

Sergio guarda silencio, por lo que lo miro de reojo. Esta sonriendo. Sonriendo de una manera muy grande de verdad.

—¡Max, canta más! ¡Lo haces muy bien!

—¿Eh?

Me sorprende, porque no esperaba ser alabado también en esto.

—Tienes una voz bastante bonita.

Tenía su mano sobre mi hombro. La cara de Sergio se acerca más y más y... De repente me avergüenzo.

—No, yo... Soy pésimo para cantar.

—¿Qué demonios estás diciendo? ¡Eres muy bueno haciendo karaoke!

Karaoke...

Cantar en público es una de esas cosas que detesto con cada parte de mi alma. Especialmente después lo ocurrido hace años en la tienda de karaoke. ¿Por qué ahora canté?

Canté.

Y se sintió bien.

De repente las lágrimas comienzan a desbordarse rápidamente de mis ojos, así que me doy la vuelta a toda prisa. Sergio se da cuenta.

—Oh, ¿Qué pasó?... Es que, tienes una muy buena voz así que pensé que podía escuchar más. ¡Lo siento! ¡No quería  incomodarte!

Sergio se disculpa muchas veces, incluso hasta llegar al punto de ir a apagar la televisión.

Sacudo mi cabeza.

—No... Es que, me gusta la canción.

—Oh, ¿Es eso? Se escuchaba bien. Seguro la cantas todo el tiempo ¿Verdad?

Sergio tararea la melodía con una pequeña voz. Y me mira de repente, todavía cantando. Con una cara suave, donde no encuentro ningún rasgo de que se esté burlando de mí.

En realidad no, Sergio.

No soy una persona que pueda cantar en público. Si me piden que lo haga estaré asustado Tal vez la voz me tiemble y no podré cantar o hablar. Pero definitivamente puedo cantar delante de Sergio.

Creo... Que de verdad estoy muy enamorado de tí.

Al contrario de la bella melodía que se escucha de fondo, mi primer pensamiento es de un tremendo miedo.