𝙃𝙀𝙍𝙀 𝙐 𝘼𝙍𝙀 ━ Han Seo Jun x oc male!
Te busque en cada una de mis vidas, nose si es un don especial o un castigo divino, solo quiero que sepas que no importa si es la epoca Joseon, si soy un noble, un pobre, un estudiante o algo más, te segu...
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Fue hasta los diez años cuando después de una pesadilla pude recordar mi vida pasada, al principio pensé que solo había sido una pesadilla extraña, algo que mi cerebro había inventado, aun así por alguna razón empeze a ver con detalle a las personas a mi alrededor para ver si encontraba a alguien como aquel chico del sueño, fue hasta entrar a la secundaria cuando lo vi, era igual, con esos ojos rasgados y esa nariz tan linda, esos labios largos y su voz grave entonces me pregunte ¿Fue solo un sueño? Quize creer que solo fue una coincidencia pero entonces al pasar lista escuche su nombre Han seo Jun fue ahí cuando descubrí que tenía un don especial para recordar mi vida pasada.
En esta vida no fui un noble, tampoco alguien de una buena familia acomodada mucho menos tenía un amigo en la realeza, yo solo era un estudiante de secundaria de una familia pobre que tenía trabajo de medio tiempo, una mejor amiga, Lim jokyung la cual era mi vecina y la de mejor calificaciones, también tenía escasez de recursos por eso ambos vendíamos postres los fines de semana, no solo éramos ella y yo a nuestro lado aveces se asomaba un chico quien por no exagerar era un delincuente, lee suho, un chico con calificaciones muy bajas que se saltaba clases aún así era amable y educado, pero no le gustaba interactuar con nadie más.
Fueron semanas después que terminé acercándome a seo Jun, el parecía muy diferente a lo que fue en su vida pasada, era alguien más introvertido además de reservado pero seguía siendo seo Jun, el chico amable que conocí en Joseon.
Con el tiempo nos acercamos y pronto nos hicimos de buenos amigos, mejores amigos tal vez aun que yo seguía guardando mis sentimientos por el desde mi vida pasada, aun cuando lo veía mi cuerpo temblaba y mi corazón se agitaba, el siempre venia con esa hermosa sonrisa a decirme que había pasado las finales y yo no hacía nada más que felicitarlo, tenía que si me acercaba mucho más, si cruzaba esa línea sería mi fin.
─ Hyung ─ llamo a mi nombre con ese tono tan dulce que me hacía temblar, yo lo vi, cuando veía sus ojos sentía que él mundo nos pertenecía a ambos, entonces lo note, era de nuevo esa mirada esa que involucraba sentimientos que estaba seguro a quien se dirigía.
─ ¿Que pasa? Han ─ lo llame, el tan amable se sento a mi lado dejando caer su cabeza sobre la mesa donde mantenía mis libros ─ Estoy enamorado, hyung ─ sentí mi corazón alborotar tanto que me sentí tentado a cruzar la línea aun que fuera mi fin.
─ ¿enserio? ─ intente dejar esas ideas aun que me era inútil no ver sus labios rojos.
El amaba estudiar tanto como yo amaba verlo hacerlo, un día comenzó a ir cada vez más al puesto donde jukyung y yo vendíamos postres, pensé que venía por mi, fui tan tonto en ese entonces al volver a esa vaga ilusión, cuando veía sus ojos podía saber bien que siempre iba aun qué eso indicará faltar a sus clases solo para verla a ella, a jukyung, la cual solo mantenía los ojos en suho quien siempre terminaba recogiendola al final del día para llevarla a distintos lugares sobre aquella moto.
─ Me gusta Lim jukyung ─ soltó el chico tan inocente que me hizo romper aun más el corazón, no importa que tan cercano fuera, qué tan amable o presente estuviera, sus ojos solo veían a jukyung, yo no era una opción ante sus ojos.
Y al final terminé siendo solo un apoyo para sus palabras de amor a aquella chica castaña que solo pudo negar palabras, confesando su amor por lee suho, solo pude Cruzar un poco de aquella línea cuando llego a mi en lagrimas, tomándolo en brazos sentí de nuevo un abrazo tan cálido.
Recordé mi vida pasada y de manera inevitable intente acercarme aun más a el, los días siguientes todo volvió a la normalidad, con los días el pudo volver a verla sin llorar y dejó de venir a mi para consolarle.
Fue una tarde cuando regresábamos de un parque cercano, cuando las personas habían dejado de transitar, cuando mi corazón latía tanto que no podía soportarlo, habíamos llevado ya siete años de conocernos al menos en esta vida me fue inevitable querer cruzar aquella línea.
─ Han─ lo llame y el amable como siempre me vio parando en el lugar.
Ambos nos vimos bajo la luz de la luna en el cielo y el viento tirando de los árboles, tome sus manos sintiéndome tan cálido dispuesto a decirle al menos en esta vida lo que de verdad sentía, tal vez podía tener una oportunidad, no era Joseon, no me decapitarian, por alguna razón tenía el suficiente valor para decirle lo que sentía por que en mi pequeña ilusión yo podría ser algo más para el.
─ Hyung ¿Que haces? ─ soltó el, se veía tan incomodo que no pude decir más, solo me quede callado mientras lo veía alejarse, supongo que descubrió lo que estaba por hacer, después de todo fuera de esa ilusión, en la realidad yo no era ni si quiera un segunda opción para Han seojun.
No importaba que hiciera, tocar a su puerta, llamar desde su ventana, sentarme junto a él en clases, seguirlo en descansos incluso buscarlo en academias y en tiendas, llamarlo, no importaba, por que el nunca respondía y solo me ignoraba.
Un día, fue ese mismo, cuando la lluvia asotaba tanto en la ciudad que con un pequeño paraguas y la ropa mojada me pare frente a su casa gritando hasta sentir la garganta desgarrar, pero el nunca salió, por más que toque su madre solo pudo darme un seco y preocupante "No quiere verte" para luego cerrar aquella en mi rostro.
Ni en esta ni en la anterior había podido expresar mis sentimientos o al menos lograr algo, sintiendo el corazón tan pesado me aleje con esperanzas de verlo a la mañana siguiente, antes de alejarme solo le grite un fuerte ─ ¡Han por favor solo quiero disculparme! ─
No quería que se sintiera incomodo a mi lado, solo quería que fuéramos amigos de nuevo, no sabía cuantas vidas tiene alguien por eso si solo teníamos dos y esta era la última no la quería desperdiciar estando lejos de él.
Volte caminando sobre las gotas, al cruzar la calle escuche el débil sonido de la puerta seguido de un ─ No puedo corresponder ─ de una voz que reconocía muy bien, Volte encontrándome con el, sus lentes desacomodados, su cabello desarreglado pero aquella sonrisa marcada fue todo lo que me faltaba para volver a sentirme bien.
Sintiéndome bien corrí hasta el otro lado de la calle, las gotas de agua salpicaban cuando mis zapatos chocaban con los charcos, mi ropa comenzaba a mojarse aun más, lo último que vi fue su rostro preocupado.
Mi paraguas voló tan lejos que llego hasta sus pies, abrí los ojos intentando ver pero era tan borroso, solo podía escuchar mi nombre de su boca, se escuchaba tan triste solo me preguntaba ¿Por que han esta llorando? Entonces entendí, lloraba por mi, yo me estaba muriendo.
Un auto me mato ese mismo día antes de poder cruzar la calle.
En mi segunda vida también morí después de intentar cruzar la línea.
