-Capitulo 4

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¿No te cansas de que te haga trizas? •

|Narra Shadow|

Me encontraba en clases, el horario para ingresar a la biblioteca había comenzado. A raíz de esto la docente dió las indicaciones para ingresar. Y eso era...

¿Por equipos?

Indicación que no fue de mi agrado, nunca me ha gustado la idea de hacer un trabajo con demás personas, al final siempre te dejan solo haciendo la actividad. Lo agregó por experiencia.
Lo único que podría salvar esa clase serían los libros de la biblioteca, hay una gran variedad de libros de ciencia ficción y misterio. Aún que hacer eso la docente te llama la atención, ya que no es parte de su clase, ¿Pero cree que me importa?

Tuvo que pasar un corto tiempo para que el cielo cambiara de color gris, de ese mismo preciosas gotas comenzaron a estrellarse con las ventanas del aula.

Ahora sí...

El toque perfecto a esa clase.

Desde siempre he tenido esa fortuna de sentarme hasta la parte de atrás y a lado de una ventana, ¿Qué más podría pedir?. No me gusta la gentuza.

De hecho como todos los dicen y si es posible hasta me lo dicen a diario, no soy alguien que le encante estar sonriendo ni hablando a cada rato, no entiendo a esa gente que con facilidad puede desenvolverse al hablar, eso es algo que siempre se me ay dificultado aunque no es algo que me preocupe ni me guste.
Desde que ingresé a esta universidad siempre eh sido bastante aplicado a mis estudios y calificaciónes, que es con lo que más me enfocó al igual que el fútbol, un deporte que anhelo desde hace años.

Abrí mi libro de ciencia ficción que me había comprado hace tres días, estaba llegando a la parte integrante cuando a un idiota peliazul se le ocurre regresar a hablarme. Ya me tenía cansado de sus tonterías,

¿Acaso no hay más personas en
está clase?

Odio que interrumpan mi lectura, que me abrumen con tonterías como las del erizo, ¿Acaso no se cansa de que lo insulte?, parecía que era lo último que le importaba.

—Shadow, ¿Qué materia es?—Preguntó arrimándo su pupitre al mío.

Solo lo observé por unos segundos y regrese mi vista hacia mi libro sin responderle.

—Te estoy hablando, imbécil—Dijo algo serio—Solo es una maldita pregunta.

—Lo mencionaron hace un momento, no es mi culpa que no preste atención.—Termine levantándome para ir al sanitario.—Asi que deja de molestar.

Quería irme a casa, todos los días es lo mismo, clases, letras, números y de más. Y eso no era suficiente, ahora tenía que estar aguantando a un compañero erizo azulado en específico.

Enjuague mi rostro para despertarme más.

Al regresar al aula la docente ya estaba organizando los equipos. Ni quería escuchar mi nombre salir de su boca. Pero hay veces en que no tengo la mejor suerte.
Nisiquiera pude tomar asiento en mi pupitre cuando escuché:

Tenías que ser tú •[Shadonic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora