Capítulo 26. ¿Es...?

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—¿Ya va mejorando la señora Song?

—A veces se le olvida Louis, yo digo que no lo olvido, siempre me dice que está demasiado gordo, pero yo sé que necesita sus cuatro comidas diarias y ella solo le quiere dar dos, además, dice que un cachorro es mucho pedir para su anciano cuerpo— el suspiro que dio Lisa se escuchó a través de la bocina— Te extraño, cada vez que veo a Love, te recuerdo a ti y solo quiero verte, a ti y a tu bella pancita, en las noches solo espero tus llamadas para ir a una tienda 24 horas, comprar lo que sea que se te haya antojado para llevártelo y que me des un bocado antes de que te lo acabes todo.

Cada noche era lo mismo, mi boca salivaba por unas fresas cubiertas de chocolate y Lisa estaba aquí con lo que le había dicho, le mencioné en un principio que no era necesario, pero ella insistía, sinceramente, nadie en el mundo ama más a nadie de lo que Lisa me ama a mi, era demasiado afortunada.

Consultamos con la doctora Brooke y dijo que no era nada raro, los embarazos se presentaban diferente en cada mujer y a mi solo me aparecieron antojos en la madrugada en el segundo trimestre, al igual que desaparecieron las náuseas matutinas en su totalidad.

—Yo también te extraño aquí conmigo y eso que te vi en la mañana antes de que te fueras. Los niños hoy me sacaron de quicio, por favor, eduquemos a un adolescente educado y que sepa lo que es la higiene, estos pubertos entran de receso y huelen a pura esencia humana echada a perder.

—Yo tampoco quiero un adolescente apestoso en casa, así que ni lo pienses, ¿quieres que vaya en un rato por ti?

—¿No ibas a tener una reunión con representantes de Won?

—¿Cómo sabes?— preguntó con curiosidad, antes de que pudiera responderle, ella se contestó a sí misma— ¿Sarang?

—Correcto, estaba hablando ayer con ella, me menciono que Won se fue a Francia unos días y que como tú ibas a estar ocupada en una reunión, podíamos salir a cenar, Jisoo también vendrá. Así que no será necesario que vengas, cariño.

—No es justo, yo quería verte de nuevo, si supieras cómo duele mi corazón con la inmensidad de mis sentimientos, el no verte solo lo hace empeorar, necesito besar esos cachetitos bonitos ahora mismo. 

—Y yo necesito ser besada por ti, a decir verdad— le respondí mientras sentía como el calor empezaba a rodear mi cara, jamás me cansaría de ser cursi con Lisa, decían que era nuestra etapa de luna de miel, pero ¿acaso ellos sabían lo que sentía mi corazón cada que sus labios están cerca de los míos? A ese paso, ambas íbamos a tener problemas cardiacos a temprana edad.

Necesitaba a Lisa a cada momento del día, por eso, aunque no tuviera nada, le llamaba para que viniera y durmiera conmigo, ya no podía dormir sin estar abrazada a ella, la necesitaba, cada célula de mi encontraba a su par con las de ella.

Había estado hablando con Jisoo y pensábamos que era hora, tendría que hablar con Lisa sobre buscar un lugar juntas. Me da algo de nervios preguntarle, sabía que su respuesta no iba a ser negativa y que este era un paso necesario, pero es raro, supongo que estos nervios nunca iban a desaparecer, al igual que las mariposas.

—¿Puedes venir esta noche, Nini? Si quieres, paso por ti a donde hayas quedado con las chicas.

—Me parece perfecto, te mando un mensaje con la ubicación, calculo que se terminará aproximadamente a las 9 de la noche, no más, sabes que a las 10 ya estoy muerta, este niño roba toda mi energía.

—Supongo que el renacuajo comerá más que tú y yo juntas Jennie.

—No le digas renacuajo, prefiero mil veces más Mandú.

Paper Rings |Jenlisa| Where stories live. Discover now