T r e i n t a y s e i s | Confesiones

162 13 14
                                    

Llevo tanto tiempo soñando con este momento que apenas se siente real. Intento asimilar sus palabras, pero no... no puedo.

—¿Crees? —Es lo único que soy capaz de pronunciar.

Neithan exhala con pesadez.

—No sé muy bien como debe de sentirse estar enamorado de alguien, pero... sé que nunca me he sentido con nadie como me siento contigo. Supongo que eso... tiene que significar algo. Espero que signifique algo.

Bajo la mirada, con el corazón latiéndome a toda velocidad. Me cuesta respirar. No sé como voy a confesarle lo que siento. Me... impone. Me da miedo. No soy capaz.

—¿Madeleine? —dice en voz baja y me atrevo a mirarlo—. ¿No vas a decir nada?

—No sé qué decir.

Aprieta los labios en una línea, dudoso. Pero después se gira un poco más hacia mí, decidido.

—Eres la chica más increíble que he conocido nunca. Recuerdo que cuando nos conocimos me porté mal contigo, pero aún así te quedaste. Tenía miedo porque... todo el que se cruzaba conmigo me miraba de la misma forma, con lástima. Pero tú no lo hiciste. Nunca me has mirado como si fuera algo que necesitabas arreglar. Sé que no te diste cuenta, pero eso me hizo sentir bien por primera vez en demasiado tiempo.

—Yo solo intenté ser amable y...

—No lo intentaste, porque es algo que te nace. Eres amable con los demás, e inocente, y joder, aunque a veces me pongas de los nervios, creo que tienes una personalidad increíble. Eres perfecta, por dentro y por fuera. —Exhala con pesadez, como si acabara de soltar algo que llevaba conteniendo mucho tiempo—. Sé que no soy la persona más... estable que has conocido, pero yo nunca te trataría mal. Quería esperar a... —se corta a sí mismo—. No quería que fuera así. Pero necesitaba decírtelo.

Estoy tan aturdida que ni siquiera puedo asimilar sus palabras. Paso saliva con dificultad, intentando reunir valor. Tengo que sincerarme. Él siente lo mismo que yo, tiene que ser fácil.

Pero no lo es. En su lugar, no soy capaz de articular palabra. Veo como él comienza a ponerse nervioso.

—Este es un momento perfecto para decirme que sientes lo mismo —añade en voz baja, inseguro—. Si... es que lo sientes.

—No lo sé...

—¿No lo sabes? ¿No sabes si te gusto, al menos?

Me gusta. Me encanta. Lo quiero tanto que no sé como no se lo grito a cada minuto. No sabía que podía sentir tanto por una persona.

—Yo... no lo sé.

Por eso no comprendo porqué narices no puedo ser sincera con él.

Neithan me aparta la mirada. Tras unos segundos de silencio en los que nadie se mueve, arroja con brusquedad el cigarrillo al suelo de la terraza.

—De puta madre —masculla, poniéndose de pie.

Camina hasta el salón, alejándose de mí. Yo cierro los ojos con fuerza, preguntándome a mí misma qué acabo de hacer. Era el momento, tenía una oportunidad... y he sido yo quien lo ha fastidiado todo.

Miro al interior. Él está sentado en el sofá, moviendo la pierna arriba y abajo con nerviosismo. Inhalo profundamente antes de reunir el valor suficiente para ir hasta él.

Levanta la mirada cuando me ve llegar.

—¿Podemos hablar? —pregunto con un hilo de voz.

—Te pediría que no me humilles más, si puedes.

𝐇𝐚𝐬𝐭𝐚 𝐧𝐨𝐯𝐢𝐞𝐦𝐛𝐫𝐞Where stories live. Discover now