Noah y Morgan eran un joven matrimonio que todo lo que anhelaban era tener un pequeño bebé al cual criar juntos. Aquel sueño siempre se veía frustrado ya que en ninguno de los orfanatos a los que visitaron les llamó la atención ningún niño.
Los dos...
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Narradora ✍️
Habían pasado ya 3 semanas desde que el pequeño Tian había sido secuestrado por el hombre de los conejos de peluche, una larga y torturosa semana llena de violaciones, golpes y sangre por todos lados. El pequeño cuerpo del azabache se encontraba tirado en un rincón, en aquella piel de porcelana se veía un horrible rastro de mordidas , cortes y morados, su labio estaba partido, de su nariz caía un delgado hilo de sangre, el brillo había desaparecido de sus bellos ojos...estaba muerto en vida.
El pequeño pelirrojo se acercó lentamente al cuerpo de su querido amigo, aunque no pudiera ayudarlo de mayor manera, quería estar cerca de el para que no se sintiera solo.
Prince: Sabes Annie...a veces me gusta imaginar que escapamos de este lugar y que viviremos en un enorme castillo juntos, solo tu y yo sin que nadie malo pueda hacernos daño nunca más. - decía con una tierna sonrisa mientras pasaba sus dedos por el enredado cabello del contrario.
Tian: Cece, tu mereces todo lo bueno de está vida, yo prometo que te sacaré de aquí cueste lo que me cueste, te construiré un hermoso castillo y lo llenaré de peluches para ti. - Dijo mientras se acomodaba para estar sentado y quedar frente a frente con Prince.
Prince: ¡Si, y tu serás mi princesa!. - dijo con una brillante sonrisa plantada en su carita. - Y estaremos juntos pase lo que pase, también podremos pintar muchos de esos libros de dibujos y en las noches treparemos hasta la cima de un árbol para ver el cielo estrellado.
Esas tiernas e inocentes palabras hicieron que el corazón del azabache se encogiera, ya que muy posiblemente solo uno saldría de allí con vida. Tian se aseguraría de que Prince disfrutará de la libertad, aunque eso se trate de empujarlo con todas sus fuerzas para mantenerlo con vida.
Tian: Cece....- dijo con tristeza mirando los pequeños ojos llenos de ilusión del pelirrojo. - Por favor nunca dejes de sonreír. - dice acariciando la cabeza del más menor.
Prince sintió su corazón latir fuertemente, un pequeño sonrojo apareció en su rostro, los suaves toques de Tian lo hacían sentir cálido, era realmente extraño. Poco a poco el menor se acercaba a los labios del mayor, estaba tan cerca, pero Tian soltó un pequeño jadeo de sorpresa retrocediendo y dirigiendo su vista hacía la vieja puerta de metal que los privaba de libertad. Por aquella puerta entró el temor de ambos chicos, su asqueroso secuestrador y violador.
Lynn: Vaya, disculpen, ¿interrumpí un momento romántico?. - Dijo con burla mirando fijamente a los menores. - Tengamos un momento romántico nosotros también.
Tian escondió a Prince detrás de él para tratar de que el mayor no le pusiera ni un solo dedo encima, estaba dispuesto a sacrificarse nuevamente por el menor.
Lynn: Oh cariño, eso es muy adorable, pero no servirá de nada.
El mayor se acercó a paso rápido hacía los menores y agarro fuertemente del cabello a Tian.
