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<• Compañía de dos •>

La lluvia seguía cayendo, el pavo real blanco se sentía súper agotado, no solo físicamente sino también mentalmente. "Eres una calamidad, deberías morir, eres un error repugnante" esos pensamientos y más siempre llenaban su cabeza.

- Ya estoy aquí- dijo la voz de Meiying, rompiendo el silencio- el trabajo termino algo más tarde.

Shen la volvió a mirar sin decir nada, notó que estaba toda mojada y el agua goteaba de su ropa.

- Deberías secarte te vas a resfriar.

- No te preocupes, no es na... - hizo una pausa - ¿estás preocupado por mí?

- ¡Obviamente que no!- el grito.

La pava real no pudo evitar sonreír y sonrojarse.

- ¡Deja de sonreír! - gritó molesto.

- Perdón, pero no pude evitarlo.

Ante eso, Meiying notó que Shen parecía con poca energía y recordo que el no había comido nada por lo que salió de la habitación. Esto dejó a Shen sorprendido. ¿No iba a quedarse a hablarle como los otros días? Dijo para si mismo. Unos momentos después la pava volvió a la habitación completamente seca y llevando una bata de distinto color; Turquesa para ser específicos, y sostenía un plato de sopa con fideos.

- No quiero comer nada - le dijo mirandola seriamente.

- Pues lo siento pero no has comido nada en varios días- Contesto mirandolo también con seriedad.

Ambos se compartieron mirabas serias, Pero la mirada de Meiying era mucho más intimidante ante eso shen resopló.

-Está bien, pero sólo por esta vez- dijo Shen sintiéndose extremadamente avergonzado.

Dicho esto, lady Meiying de sento junto a el, y comenzó a darle la comida en la boca, pero en ves de sentir vergüenza sintió nostalgia. Su madre era quien lo alimentaba cuando era pequeño y era quien se preocupaba por su salud cuando estaba enfermo, pero ella, al igual que su padre, ya no estaba, pero eso significaba que estaba solo.

En cuestión de minutos se había terminado el platillo, debía reconocer que la comida de Meiying era deliciosa. La pava limpio un poco el pico del pavo real, luego se levantó a punto de retirarse.

-Espera- Exclamó Shen, agarrando el ala de Meiying.

-¿Oh?- dijo confundida.

En realidad, lo único que Shen quería tener de su compañía.

- De acuerdo me quedare aquí contigo- dijo dulcemente, mientras volvía a sentarse junto el.

<• Continuará •>

•°'Una nueva razón para estar vivo'°•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora