BAD REPUTATION // Pablo Gavi

No eres mi tipo

Pablo Pov

Al día siguiente, me levanté con un entusiasmo que no había sentido en mucho tiempo. La idea de conocer a Isabella en persona me tenía emocionado. Me preparé para el día, repasando mentalmente lo que iba a decir y cómo iba a comportarme frente a ella. Había pasado meses pensando en ella, observando sus fotos en internet, preguntándome qué estaría haciendo o dónde estaría. Y ahora, de repente, iba a estar frente a mí, grabando un anuncio juntos.

Cuando llegué al set de grabación, la vi de lejos, y no pude evitar quedarme impresionado. Isabella llevaba un conjunto de dos piezas blanco que le quedaba espectacular. Desde el ajustado top hasta la falda que realzaba sus curvas. El contraste entre el blanco y su piel bronceada resaltaba su belleza natural. Era tan preciosa como en las fotos, incluso diría que mucho más, pero también parecía distante, como si estuviera en otro mundo. Me acerqué con cautela, sintiendo un ligero nerviosismo en el estómago.

—Hola, Isabella —dije, tratando de sonar amable.

Ella apenas me miró y respondió con un tono indiferente.

—Hola, ¿tú eres...?

—Soy Pablo Gavi, el futbolista —respondí, un poco desconcertado por su falta de interés.

—Ah, claro. ¿Qué necesitas? Estoy ocupada —dijo, dando a entender que prefería no ser molestada.

Tragué saliva, sintiéndome un poco herido por su actitud, pero decidí seguir adelante.

—Solo quería saludarte y decirte que es un placer conocerte. Estoy emocionado por trabajar contigo en este anuncio.

Ella solo asintió con desgana, sin mostrar mucho interés.

—Bueno, ya lo sabes. Nos vemos en el set, supongo —dije, dando por terminada la conversación antes de que se volviera aún más incómoda.

Por un lado, me sentí un poco decepcionado al ver que no era tan accesible ni simpática como creía. Por otro lado, me hizo cuestionarme mi propia percepción de ella. ¿Había idealizado tanto a Isabella que me había cegado a ver su verdadera personalidad?

Puede que sí, o puede que la estuviera juzgando demasiado rápido. Después de todo, ella había pasado por mucho, y quizás no estaba de humor para socializar.

Decidí darle otra oportunidad, así que cuando vi que Isabella se dirigía hacia el área de vestuario, la seguí. Tal vez podría tener una conversación más casual fuera del set y romper ese hielo inicial. Sin embargo, cuando intenté entablar una conversación con ella, simplemente me ignoró o respondió con monosílabos.

—¿Qué tal por Barcelona? ¿Te vas a quedar mucho tiempo?—intenté iniciar la conversación mientras fingía examinar algunas camisetas.

Ella apenas levantó la vista de la camisa que tenía en las manos y respondió con un simple "bien".

—¿Te gusta el nuevo kit del Barça? —pregunté, tratando de continuar la conversación.

Ella asintió brevemente, sin mirarme, y continuó examinando la ropa. Era como si estuviera en otro mundo, completamente ajena a mi presencia.

Frustrado y sintiéndome un poco herido por su indiferencia, decidí dejarla en paz y concentrarme en elegir mi atuendo para la grabación. Quizás no era el momento adecuado para intentar conectar con ella.

—Isabella, Gavi, poneos esto —nos entregó el mismo conjunto— y coordinaros, empezaremos por haceros unas fotos juntos. Mañana grabaremos el anuncio —avisó.

—¿Mañana también hay que grabar? —preguntó Isabella, sorprendida.

—Sí, son tres días de grabación. Hoy solo haremos prueba de vestuario y fotos —informó una de las fotógrafas.