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「 ✦ LEON VERSION: RE VENDETTA ✦ 」










Tan pronto como recibió la llamada de Claire avisándole que Abby se hallaba bebiendo sola en un jodido antro, sin responder ya los mensajes, Leon tomó su chaqueta con franjas de color blanco en las mangas y con sus llaves en mano se subió a su auto con destino a buscar a su despreocupada ex-novia.

Al llegar a la discoteca e ingresar con cara de descontento al establecimiento, después del largo trayecto en carretera, la música de género eurodance sonando a volumen altísimo le golpeó los oídos y provocó que su ceño se acrecentara con más disgusto. Escaneó el panorama que representaban las personas, la mayoría adultos de su edad y la de Abby aglomerándose en varias zonas, bailando o charlando entre sí de alguna cosa sin importancia juzgando por esas expresiones joviales. Sus ojos azules al fin se posaron fríos sobre una familiar figura.

Abby se movía rítmicamente al son de Be My Lover de La Bouche en el centro de la disco en un espacio entre la gente que la rodeaba, las luces iluminaban su piel haciéndole percatarse aún desde la distancia de las pecas salpicadas en sus mejillas, nariz y antebrazos, creando la constelación más perfecta en su cuerpo.

Un vaso rojo de plástico anclado en la diestra de Abby fue llevado despacio hasta su boca para tomar un trago corto distraídamente. Ella poseía una sonrisita risueña en sus labios rosáceos mientras sus cabellos cobrizos sueltos se mecían por su baile, semejantes a la hiptónica danza de un fuego bien avivado. El vestido negro elegante que había elegido lucir resaltaba sus curvas hermosamente, robando suspiros de los que se fijaban en ella.

Leon no podía culpar a los interesados por Abby, pues incluso para él era algo complicado mantener su vista alejada de ella; no obstante, ahora mismo este se sentía demasiado fastidiado al punto de pasar por alto las emociones que esa mujer le hacía experimentar al mirarla.

Leon respiró hondo para armarse de paciencia, lo cual no funcionó mucho, avanzó entonces hasta la pelirroja y dejó caer una mano en su hombro, ganándose una expresión llena de asombro en cuanto ella se volvió a verlo deshaciéndose de su agarre.

—¿Qué carajos?

—Eso digo yo, roja.

—¿Por qué estás aquí? —la manera en que arrastraba un poco las palabras al hacer la pregunta delataban el alcohol en su organismo. Arrugó la nariz como si estuviese pensando algo complicado —. Se supone que hoy debía olvidarme de todo, sabes —pinchó su pecho sobre la chaqueta con su dedo índice —. Tú no deberías estar aquí hoy, Leon. Por favor, vete.

—Es la madrugada, ¿cuándo piensas irte a casa, eh? —Leon ignoró sus reclamos e hizo una mueca al presenciar cómo ella volvía a beber del vaso rojo lo que olía como cerveza barata —. Deja esa mierda —le arrebató el vaso y lo botó al piso sin importarle ensuciar el piso, además que contenía muy poco líquido ya adentro —. Si quieres embriagarte llámame y te llevaré una botella de buen whisky, ¿sí? Pero no vengas a estos antros tú sola, es peligroso. ¿Sabes cuántos locos andan sueltos por ahí?

—Ya sé, pero... no puedo dejar que eso me asuste. Tengo derecho a divertirme como yo quiera.

Leon metió las manos en sus bolsillos, rodando los ojos, las marcas de sueño estaban escritas en sus rasgos decaídos.

—Déjame llevarte a casa. Vamos.

—No quiero irme todavía.

—Claire me llamó avisándome sobre tu pequeño momento recreativo en estos lares —mencionó Leon sonando muy desdeñoso —, interrumpió mi noche. ¿Crees que tengo ánimos de perder el tiempo contigo? Tengo ya demasiada mierda en la cabeza como para estar lidiando con esta estupidez. Al menos responde los mensajes que te envían, carajo... Sé buena, Abby, y sígueme.

DEADLY KISS ✦ LEON S KENNEDYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora