Nuestros héroes cada vez más se acercan a Hécate.
Todos tienen una meta clara, abrir el camino de Hécate y destruirla, y para algunos, recuperar el alma de sus hijos.
Está vez veremos la determinación de uno de ellos para rescatar a su hija.
Nos centramos en una zona que estaba llena de niebla vemos caminar por ahí a cierta ojirosa que estaba cubierta por un antifaz creada por su armadura.
Caminaba perdida en su pensamientos.
Nezuko recuerda cuando nació Ayako.
—Descuida Ayako, mamá te salvará, solo espera un poco más—dijo la ojirosa mientras apretaba el puño.
Más adelante vemos como en la punta de la densa niebla hay un grupo de fantasmas.
—Siento un cosmos aproximarse—dijo uno de los fantasmas.
—Vaya, ya era hora, me estaba aburriendo de esperar—dijo otro fantasma.
—Ya saben que hacer, dispersense para tomarlo por sorpresa—dijo el fantasma líder.
Los fantasmas estaban por dispersarse cuando de repente son rodeados por una inmensa llamarada.
—¡¿Qué diablos está pasando?!—grito el fantasma líder.
Las llamas se comenzaron a estar ir tanto que algunos fantasmas se estaban quemando.
De fondo se oían los gritos de los fantasmas quemándose.
El fantasma líder solo reflejaba pánico en su cara.
Entre las llamas se podía ver una silueta.
—¿Quién anda ahí?—preguntaba el fantasma líder.
Se oía una leve risa saliendo de las llamas.
—No tengo ninguna obligación de darte mi nombre, pero si no lo hago, irás derecho al infierno sin saber quien acabo con tu miserable vida, ¡Soy Nezuko de fénix!—respondió la ojirosa saliendo de entre las llamas con un semblante serio.
El líder de los fantasmas solo vería aterrado a Nezuko.
—¿Cómo?, ¿Cómo un caballero femenino recién nombrado me está haciendo temblar?—se pregunto el líder de los fantasmas viendo a Nezuko con un semblante de rabia.
—¡Todos ataquen!—grito el líder del grupo.
Los fantasmas que no se quemaron se lanzaron hacía Nezuko.
—Necios—dijo la ojirosa con el mismo semblante serio.
—¡Ave fénix!—exclamó la ojirosa mientras vemos como el ataque acaba con todo el grupo de fantasmas con sus gritos de fondo.
Los fantasmas caen al suelo todos quemados.
—Que patéticos—dijo la ojirosa mientras las llamas se apagaban.
—Nada mal—dijo una voz a lo alto.
Nezuko voltea a la roca y ve una silueta recostada.
—¿Quién es?—preguntó la ojirosa.
—Cierto, disculpa mis modales—dijo la voz mientras la silueta salta desde donde esta.
La silueta cae frente a Nezuko y podemos ver aún hombre con armadura negra con tonos grises con un casco que parecía cabeza de lobo.
—Me presento, soy Gregorio de pesanta, uno de los 15 guardianes de este reino—dijo aquel hombre mientras hacía una reverencia.
La Pesanta es un animal mitológico con forma de perro enorme, que se mete por las noches en las casas y se coloca en el pecho de la gente, dificultando la respiración y provocando angustia y pesadillas.
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Demon slayer y los caballeros del zodiaco: Crisis Multiversal
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